La promoción de la economía solidaria es sin duda una de las más sólidas propuestas frente a la economía del descarte. El cooperativismo siendo una de sus más fuertes expresiones, no se ha librado de malas prácticas y en ocasiones, el cooperativismo se ha usado para disfrazar un capitalismo despiadado.
El Papa Francisco en varias ocasiones ha insistido que la economía del descarte es la responsable de la deshumanización que hemos alcanzado los unos por los otros y la depredación de nuestra casa común, ocasionando una ruptura social y ambiental.
En un mensaje a más de 1000 cooperativistas de la Confederación italiana de cooperativas reunidos el 4 y 5 de mayo del 2016, el Papa Francisco dirigió un discurso donde nos permite vislumbrar una forma cristiana de ser y promover el cooperativismo.
En este mensaje, en Papa nos regala unas pautas para hacer de la economía solidaria, en el cooperativismo, una verdadera práctica evangélica respondiendo al mensaje liberador de Jesús.
Una verdadera cooperativa:
1.Requiere la participación de todos sus miembros.
2.Debe apoyar a la familia poniéndola en armonía con el trabajo.
3.Debe ser creativa y generosa para capitalizar el trabajo cooperativista.
4.Denunciará el falso cooperativismo y en su lugar priorizará la economía de la honestidad.
5.Debe globalizar el desarrollo, la justicia y la paz.
6.No perderá su origen, si este se encuentra en la parroquia o diócesis debe preocuparse en llegar a las personas que más lo necesitan.
7.Se debe construir a partir de las necesidades, reconociendo las oportunidades y talentos. Estos deben ser valores comunes en todas las cooperativas.
8.Debe escuchar las intereses, inquietudes y aspiraciones de sus socios.
9.Sabe que su compromiso es con el bien común, con el bien de los cooperativistas y su aporte a su país.
10.Debe fortalecer la solidaridad con sus miembros y la responsabilidad común. Se debe reconocer las diferencias y los límites. En ella debe prevalecer la fraternidad.
11.Opera la subsidiariedad para permitir la solidaridad que libere y dignifique a las personas. Su producción más importante es la fraternidad.
