El Obispo de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel,  expresó, mediante un mensaje público, su alegría y esperanza por el inicio de actividades en las escuelas de Chiapas, luego de cuatro meses del paro que llevaron a cabo los profesores disidentes agrupados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

El jerarca celebró que los dirigentes y la mayoría de quienes integran la CNTE en Chiapas «hayan llegado a un acuerdo político con las autoridades locales y federales, para suspender el paro tan prolongado y fatigoso que mantuvieron por meses. Debo reconocer el esfuerzo de los líderes magisteriales y de nuestras autoridades para evitar que hubiera un desalojo violento, que habría dejado huellas sangrientas que todos lamentaríamos. Los radicalismos y extremismos no ayudan, sino que causarían mayores males».

Arizmendi dice comprender que haya algunos maestros y padres de familia que no quedaron conformes con los acuerdos, sin embargo -dice- hay que tomar en cuenta el bien de Chiapas y los derechos de los niños a su educación escolarizada. «En una negociación, no se puede pretender que se logren todos los objetivos de un movimiento. En este caso, se concedieron muchos beneficios a los maestros, que son fruto de su lucha y de sus esfuerzos. Son logros que no se pueden infravalorar».

El obispo de San Cristóbal aseguró que «derrocar la reforma educativa no es asunto sencillo que dependa de un solo grupo magisterial, sino de un movimiento que fuera más generalizado en los diversos sectores de la sociedad. En todo el país, esta reforma se está implementando sin mayor oposición. Lograr que se modifiquen algunos de sus artículos, debe ser la lucha que ha de seguir, ya no suspendiendo clases, sino presentando al Congreso Federal los cambios legislativos que los maestros de la CNTE consideren necesarios. La lucha política debe seguir, pero llevando las propuestas ante las instancias federales pertinentes, como son los senadores y los diputados locales, porque es allá donde se resuelven los cambios de las leyes».

Finalmente señaló que la diócesis de San Cristóbal ha apoyado los diálogos entre la CNTE y las autoridades, para que se respeten los justos derechos de los maestros; «pero no apoyamos un paro indefinido que lesione los derechos de los niños, ni métodos que dañen a la sociedad. Las soluciones políticas son transitorias, pero muchas veces son el único camino para encontrar la paz social. Seamos comprensivos y todos, maestros, padres de familia y comunidad, pongamos lo que nos toca para que Chiapas supere sus rezagos educativos».

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