ESPECIAL | CANONIZACIÓN DE JOSÉ SÁNCHEZ DEL RÍO |

Habla René Martínez Valadez, autor de la imagen oficial de San José Sánchez del Río

Por Gilberto HERNÁNDEZ GARCÍA |

jsr3Este 16 de octubre, finalmente José Sánchez del Río –Joselito– ha sido canonizado junto con otros seis hijos de la Iglesia. En el frontispicio de la Basílica de San Pedro lucían las imágenes de los nuevos santos. En tercer lugar, de izquierda a derecha destacaba la imagen del adolescente mártir de la época cristera en México.

Desde Michoacán, René Martínez Valadez ha vivido la emoción de este acto con el cual Joselito ha sido elevado a la gloria de los altares. Y es que René es el autor de la pintura oficial de este joven paladín de la fe. Conversamos con el artista en su casa, en Yurécuaro, Michoacán, de donde es oriundo.

¿Cómo es que se da la oportunidad para que tú pintes la imagen oficial de José Sánchez del Río?

Quien descubre mi trabajo es el señor cura de Yurécuaro, el padre Eugenio Belmonte, encargado de la Comisión de Arte Sacro de la diócesis de Zamora. Gracias a él es que tuve esta oportunidad. Fue él quien llevó la propuesta  de que en esta ciudad hay un pintor al que se le pudiera encargar la imagen oficial para la canonización de Joselito.

Para ser considerado para este trabajo antes tuve una “prueba de fuego”: pintar un retrato del Cardenal Lozano Barragan, que sería colocado en el Santuario diocesano de Santa María de Guadalupe en Zamora. Tanto al Cardenal Lozano, como al obispo Javier Navarro les gustó mi obra, y éste último me dijo que le gustaría que yo me encargara de la imagen de José Sánchez del Río.

¿Habías pintado anteriormente al nuevo santo mexicano?

La gente de la diócesis vieron un “Josesito” que yo ya había hecho a una persona de Sahuayo, que se dedica a hacer calendarios; él me pidió que le hiciera un trabajo con el “niño mártir”. Él por lo general guarda sus trabajos hasta que ya los empieza a comercializar,  pero una trabajadora de confianza cometió el error de subirla al Facebook y la viralizó. Todos se apropiaron de la imagen, y el que me la encargó se molestó porque decía “con esta imagen yo iba a sorprender a Sahuayo”.

A raíz de que personas de la diócesis de Zamora conocen ese trabajo preguntan quién es el autor de esa pintura. El padre Eugenio Belmonte les habla de mí, y le piden que hable conmigo para que me encargue de hacer la imagen oficial.

¿Qué orientaciones te dieron acerca de cómo debería ser la imagen de Joselito?

con-reneMe pidieron que se adaptara más a la edad que José tenía al momento de su muerte,  porque lo han presentado más como niño; pero él, cuando ocurre su sacrificio, es ya un adolescente. Me piden que yo vea varias pinturas que ya habían hecho, con la idea de que yo tomara de ahí la referencia y que le diera un sentido más realista.

Hay una pintura previa que hice y fue rechazada. Le tuve que hacerle modificaciones porque les pareció demasiado moderna. Me había dicho que esa era la idea, que el santuario que le están construyendo es de estilo moderno, por eso me pidieron que estuviera en sintonía con ello. El sacerdote que me contactó se emocionó totalmente cuando la vio, porque es totalmente cubista el fondo y con el realismo que me habían pedido para la figura de José. Me adapté a lo que me sugerían.

Pero cuando el padre Belmonte la presenta en la diócesis le hacen algunas observaciones y me habla, con mucha pena, para pedirme que la adapte según los criterios que le han dado. Lo que hice fue darle una ambientación diferente. Cuando me dice eso sólo tenía unos cuantos días para terminar y era una obra muy grande. Fue muy pesado para mí. Lo que hice fue quitar el fondo; se respetó la cruz cubista que había puesto.

Lo que hice es poner en el fondo  El Bajío michoacano, en la región de Sahuayo, y una nube. La nube tiene el sentido del dramatismo del sacrificio de José. También coloqué el estandarte que está en el piso. La imagen está avanzando desde la cruz, tiene un pie ligeramente afuera de la cruz, lo que nos habla de la fortaleza del adolescente que sigue a Jesús.

¿Qué elementos quisiste destacar en la obra?

En la pintura es muy notoria la palma que hace referencia directa al martirio. También hay una bala, que tal vez pueda pasar desapercibida. Me preguntaron que por qué la bala está completa, que por qué no mejor un casquillo. Y yo respondo: porque aún no está muerto; yo lo capto en el momento que va camino al sacrificio… la bala es la que pone fin a su vida.

¿Cómo concebiste el concepto global de la imagen?

Primeramente trate de que estuviera apegada a la historia, a la edad que tenía en ese momento de su martirio. No hay una imagen fotográfica clara de esa época. Conocemos algunas donde está haciendo la primera comunión, pero es cuando tenía 9 años más o menos. Existe un fragmento de una foto tomada, se dice, un día antes de su muerte, donde están quemando un estandarte y está él y su padrino; él está a un lado pero en realidad la imagen es muy borrosa. De esa imagen es que yo tomé las facciones. Me apego a la edad.

La vestimenta no la he alterado, aunque me han comentado que parece muy moderno con pantalón de mezclilla o la camisa que presenta; pero la gente de su época solía usar ese tipo de ropa.

¿Qué aspecto de la vida de Joselito te ha impresionado más y que tú quisiste resaltar en la imagen?

Leí su historia. Me impresionó mucho esa frase: “Nunca ha sido tan fácil ganarse el Cielo como ahora”. Esta es la parte fundamental que yo quise resaltar en toda la obra, y esas palabras que dice en el contexto de su próxima muerte. Me gusta. Me marca y me inspira para plasmarlo así.

Antes del trabajo ya había oído y leído algo de él. Me habían mandado alguna información para que me empapara sobre su vida, antes de que fuera sacrificado y después, es decir, cómo la gente lo mira.

¿Qué experiencia te ha dejado realizar esta obra?

Algo que me comento el padre Belmonte es que este trabajo va a marcar un antes y un después. Esta será la imagen oficial que la gente va a venerar. El hecho de que este trabajo mío pase a constituir un elemento de veneración, de fe de mucha gente me mueve mucho; porque si me ha tocado tener contacto con imágenes religiosas, pero yo hago otro tipo de arte.  Mucha gente me pide imágenes religiosas y veo como la gente saca su mejor sentimiento de devoción ante ellas.

Desconozco qué vaya a suceder con la imagen, pero en este momento, como pintor, es pensar que este será algo así como un legado que quedará para la posteridad.

¿Qué provoca en ti saber que esta pintura que has realizado se convierte ya en un objeto de devoción?

Me mueve que esta imagen se convierta en un objeto de fe, capaz de dar esperanza. Es un aporte que yo hago y trato de no particularizarlo. Quiero resaltar que sale de mi pueblo, de Yurécuaro. Cuando el padre Belmonte lo presentó aquí en la parroquia de Yurécuaro, dijo que este es el aporte que nuestro pueblo ha hecho en este proceso de canonización. Soy un hombre de este pueblo que aporta algo a la Iglesia.

¿Cómo te sientes al saber que millones de personas alrededor del planeta verán, el día de la canonización, tu trabajo?

Me emociona el hecho de que esté expuesto el día de la canonización y que la verán millones de personas. Me llama la atención que algunas personas que vinieron a ver la pintura cuando la estaba trabajando. Me sorprendió que algunas personas se hincaron y se persignaron. Me sentí raro, pero entendí que esa es la función de una imagen religiosa: está comunicando algo a las personas. Si fuera una pintura inexpresiva no generaría esto. Siento que el objetivo es que la gente se conmueva, que se conecte con lo divino, que sea un elemento de fe.

¿En algún momento has hablado con Joselito mientras lo pintabas?

Soy una persona creyente, pero cuando pinto me meto en mi trabajo, me centro en él… Tal vez la preocupación por las veces que tuve que borrar porque no me estaba gustando como quedaba…

¿Cómo evalúas esta experiencia de haber elaborado la imagen oficial de san Joselito?

Me llama la atención todo lo que significa su sacrificio, su edad, su madurez en la fe, el contexto en el que murió. Me llena de alegría saber que pueda ser inspiración y modelo de fe para las nuevas generaciones; en este nuevo siglo necesitábamos un santo que fortalezca la fe, porque de alguna manera, sobre todo en los jóvenes, se está perdiendo esa sensibilidad religiosa. Nosotros no somos milenia pero los conocemos cuál es su contexto…venimos de otros contextos, pero si vemos como esa cuestión de sensibilidad se ha perdido. Ojala que este santo adolescente pueda contribuir a que los jóvenes tengan más esperanza.

 

Por favor, síguenos y comparte: