Por Sergio Estrada | El 1 y 2 de Noviembre en México se recuerda la memoria de todos los santos y de los fieles difuntos con una fiesta de fe y cultura, representada en altares conocidos como “Ofrendas”. Estas costumbres y tradiciones son importantes, sin embargo, lo más importante es recordar que nosotros algún día ya no estaremos aquí, y lo debemos tener muy presente en la alegría de fe en la resurrección teniendo presente que la vida no se acaba con la muerte física, sino que solo es un paso más en nuestra etapa de vida.

Calificada como una celebración de fe, ritos y mitos; una fiesta donde hay símbolos, comidas, bebidas, música, colores llenos de tradición y cultura y en sintonía con otros elementos y específica de nuestro país fue descrita el día de “Todos los santos y los fieles difuntos” por el padre Ernesto Palafox, académico de la Pontificia Universidad de México (UPM) y coordinador del área de Teología Pastoral.

¿Qué se recuerda el día de todos los santos y fieles difuntos?

En este tema, el P. Palafox explicó que lo más profundo que se recuerda es el paso que debemos dar hacía la eternidad: “De alguna manera recordamos lo infinito que somos y nuestro paso a la eternidad, y para los que tenemos fe recordamos que tenemos que pasar por la muerte, pero que no es el final del camino y que todavía hay algo más allá, además de recordarnos una unión de los que ya no con nosotros físicamente, pero espiritualmente sí”.

Además, el académico de la UPM recordó que también existe una unión que nos une con aquellos que ya están con Dios a través de los altares: “Recordamos nuestra muerte, pero también aquellos que ya han muerto y esto nos da un sentido de esperanza y felicidad. Esta es la mejor manera de recordar esta conmemoración y esto es lo que nos caracteriza como cultura mexicana”.

“Es aquí donde se une la cultura con un sentido de muerte con un folklore donde hay alegría y fe eso que es propio en la esperanza de la resurrección que no se recuerda la muerte por la muerte, pero lo principal es recordar la resurrección, lo definitivo del encuentro con Dios”, menciono el coordinador de Teología Pastoral de la UPM.

México y su cultura para celebrar la conmemoración de día de muertos

Es así como en esta conmemoración mexicana se une su cultura con las raíces profundas de nuestros antepasados y el pilar que es nuestra fe:”La tradición mexicana y católica además de nuestra alegría se combinan para dar como resultado el festejo de todos los santos y día de muertos, dentro de esta alegría y fe recordamos a los que ya murieron y nuestra resurrección de ese lazo de amor y esperanza”, dejo en claro el P. Palafox.

Día de muertos vs Hallowen

El profesor de la Universidad de los obispos y del Papa, distinguió que entre el “Día de todos los santos y los fieles difuntos” y el llamado Hallowen se distingue por las raíces culturales de nuestro país, mientras que el Hallowen es una tradición más celta de países anglosajones de noche de brujas que celebran el 31 de Octubre cuando termina para ellos el verano y entra el invierno y nosotros celebramos el 1y 2 de Noviembre.

“El Hallowen es una tradición de países anglosajones: La diferencia principal está en las raíces diferentes y nosotros tenemos raíces precolombinas que nos conecta con nuestras raíces y para nosotros es el sentido de muerte, pero sobre todo de esperanza. Aquí en México es la expresión de nuestras profundas raíces culturales, mientras que para el Hallowen es una fiesta de fuego. La diferencia es cultural conjuntamente con la fe”, manifestó el sacerdote.

El investigador de la UPM agrego que esto es una paradoja entre noche de brujas y día de muertos, porque no tiene nada de coincidencias entre las dos y el Hallowen se ha vuelto una costumbre y no tiene sentido porque no es nuestro origen. “Para nosotros tiene más sentido los altares, visitar los panteones y orar acompañados con fiesta de colores”.

Dentro de los aspectos a considerar para conmemorar a todos los santos y los fieles difuntos de acuerdo al P. Palafox son dos puntos: primero no olvidar nuestra cultura y tradiciones culturales, y segundo y lo más importante, es tener fe en la resurrección rescatando las cuestiones culturales combinadas con la fe y desde el punto de esta pedir por todos los difuntos, celebración eucarística y visita a los panteones y recordar a los nuestros que se han ido y que la vida no termina con la muerte. Hay que vivir preparado y con responsabilidad y vivir nuestra fe en la resurrección con Jesucristo.

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