Por Sergio GUZMÁN SJ |

“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” (No. 1 EG), con estas palabras comienza el Santo Padre Francisco su Exhortación Apostólica Evangelli Gaudium sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual. Con este espíritu quiero recomendar una serie de películas para ver en este tiempo de Adviento y descubrir en éstas lo que hay de buena noticia, de esperanza y alegría para nuestra vida.

Cambio de planes de Pedro Arango (España, 2011, 110 min.)

Unos días previos a la Navidad Manolo –un hombre de unos 40 años, distanciado de su esposa, con poca comunicación con sus hijos, con una vida más bien decadente y rutinaria- se encuentra con Antonio, un chico de 15 años con cáncer terminal. Antonio se sabe enfermo, que va morir; pero tiene mucha vida por dentro… y es la que quiere compartir y contagiar a todos. “¿Cómo andamos de fe?”, le cuestiona el chico a Manolo. Manolo es sincero con él: “Antes creía, pero ahora no”. Antonio con humor y sinceridad le dice: “Yo al revés: antes nada y ahora no tengo duda”. Cambio de planes es una bella y disfrutable historia que nos invita al cambio de actitudes, a vivir con alegría, a buscar a Dios ahí donde Él se nos quiera manifestar: en la sonrisa de un niño, en una mesa compartida, en un portal…

 

Le Havre: El puerto de la esperanza de Aki Kaurismäki (Finlandia-Francia-Alemania, 2011, 93 min.)

Marcel Marx (André Wilms, estupendo) es un escritor retirado que trabaja como bolero en Le Havre, puerto francés que da nombre a esta película. Vive de una manera sencilla y despreocupada en compañía de su esposa Arletty (Kati Outinen) y su perrita Laika. Idrissa (Blondin Miguel) es un niño africano indocumentado que escapa de una redada. Marcel ve y se compadece de este chico que se ha quedado solo en el puerto y es perseguido por la policía para deportarlo. Con claras referencias al cine de Charles Chaplin con su sensibilidad social y comicidad; Kaurismäki en El puerto de la esperanza explora y comunica lo más noble del ser humano y termina creando una estupenda parábola sobre la misericordia y la esperanza.

 

El Octavo día de Jaco van Dormael (Francia-Bélgica, 1996, 104 min.)

Un hombre de negocios (Daniel Auteuil), con agenda llena pero con una vida personal y familiar más bien vacía, se topa en la carretera con un joven con síndrome de Down (Pascal Duquenne) que también tiene su historia. Juntos contarán los días y descubrirán todo lo que Dios ha creado y recreado para ellos. La película nos invita a hacer un alto en el camino, a revisar nuestros días con sus aciertos y desaciertos, a abrirnos a lo nuevo, a lo no explorado, a lo que suena imposible o ilógico como el “octavo día” de la semana. Una película que nos recuerda aquel poema del Eclesiastés: “Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de arrancar y tiempo de plantar… tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar” (Ecl 3, 1-4).

 

El Renacido de Alejandro González Iñarritu (E.U., 2015, 156 min.)

La palabra revenant que da título a este sexto largometraje del director mexicano significa «el que regresa de la muerte o renace». Y efectivamente, el personaje Hugh Glass con quien desde un comienzo nos conectamos, identificamos y dolemos, es alguien que regresa de la muerte y renace ante cada prueba: renace de la tierra, renace del agua, renace por la comida compartida, renace por el fuego, renace de la carne… para finalmente renacer del espíritu. El Renacido nos habla de las cosas de la tierra, de la naturaleza, de la lucha de un hombre por sobrevivir; pero a la vez, si nos abrimos al Espíritu, nos habla de Dios, de las cosas del cielo, de esa fuerza que viene de lo alto y nos ayuda a renacer (cfr. Jn 3, 1-21).

El jardín secreto de Agnieszka Holland (Reino Unido, 1993, 102 min.)

El jardin secreto nos cuenta la historia de Mary Lennox (Kate Maberley, encantadora) una niña de 10 años que tras quedar huérfana es enviada de la India al Reino Unido. Se hará cargo de ella su tío Lord Craven que vive con su hijo enfermo y una estricta ama de llaves Mrs. Medlock (Maggie Smith, estupenda) en una gran mansión. El ámbiente es ciertamente gris y decadente… pero Mary pronto empezará a descubrir los secretos que encierra un jardín oculto y misterioso. Una película para ver en familia y que nos puede evocar aquel anuncio del ángel del Señor a unos pastores que pasaban la noche cuidando sus ovejas: “No teman, pues les anuncio una gran alegría, que lo será para ustedes y para todo el pueblo: Le ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2, 10).

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