AGENDA INTERNACIONAL | Por Georg EICKHOFF |

Joe Arpaio tiene 85 años. Durante 24 años fue alguacil (sheriff) del condado de Maricopa en Arizona, Estados Unidos, hasta perder en el intento de ser reelecto por sexta vez, en noviembre de 2016.

Es una verdadera estrella en la plataforma de videos YouTube que empieza a desplazar la televisión como medio de comunicación masiva. Nunca es Arpaio mismo quien sube los videos a YouTube, lo hacen sus fans y sus adversarios. La razón de su popularidad y de la controversia son sus políticas policiales extremamente duras y humillantes contra inmigrantes ilegales, muchos de ellos mexicanos.

El pasado 31 de julio, Arpaio fue encontrado culpable por el juzgado federal distrital de Arizona por el crimen de desacatar una orden judicial que le prohibía perseguir a personas por ser latinos. 25 días después, el Presidente Donald Trump le perdonó desencadenando una de las más grandes polémicas de su presidencia que básicamente está hecha de este material: polémicas.

El domingo pasado, Michael Gerson, columnista del Washington Post, resaltó en NBC News, que Trump “de cierta manera ha perdonado a sí mismo”. El perdón beneficiaría a una persona que usa su poder para perseguir a otros por motivos raciales. Clarence Page, del periódico Chicago Tribune, comentó, el mismo día, que se trataría de lo que, en Chicago, se llama “gangster politics”, polítca de mafia, porque emitiría el mensaje: “no se metan con los míos, yo los voy a proteger”.

Como Arpaio en YouTube, Donald Trump era y es una estrella en Twitter, donde, tan temprano como julio de 2012, Trump ya aplaudía a Joe Arpaio por sus ataques contra el entonces Presidente Barack Obama quien, según los dos, habría falsificado su acta de nacimiento. Ahora, un perdón presidencial es mucho más que un tweet y atenta, en este caso, contra el orden constitucional. Pero, esta provocación es parte del juego.

Arpaio había introducido ropa interior de color rosa para los prisioneros de su condado. Supuestamente, la medida reducía el robo de la ropa interior por presos liberados. Pero, el color humillante para los machos latinos, también tenía un fin mediático y político. Adornado con el logo del sheriff y las palabras “Go Joe”, ropa interior rosa fue vendida para financiar una tropa de policiales voluntarios a la cual pertenecían los actores Steven Seagal, Lou Ferrigno y Peter Lupus.

En un video de YouTube que data del año 2009, Arpaio dice: “Yo puedo ser electo por ropa interior color de rosa. Lo hice cinco veces”. Ahora, Trump perdonó tal vez a sí mismo, pero, sin duda, a uno de sus maestros.

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