EL OBSERVADOR LATINOAMERICANO | Honduras |
La noche del viernes, 1 de diciembre, las autoridades hondureñas decretaron un toque de queda por 10 días, luego de las protestas de los ciudadanos por un supuesto fraude electoral. Al respecto, la Conferencia Episcopal de Honduras y la Pastoral Social, piden a las autoridades respetar los resultados y a la población mantener la calma.
El domingo 26 de noviembre los hondureños salieron a votar para elegir a sus gobernantes, pero después de casi una semana, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), encargado de contabilizar los votos, aún no ha anunciado al vencedor. Esto provocó molestias entre la población, ya que se especulaba un posible fraude electoral, por lo que iniciaron las protestas.
“En base a esa participación tan significativa y el deseo demostrado de fortalecer el sistema democrático por todos los que nos acercamos a ejercer el sufragio, instamos a las autoridades del Tribunal Supremo Electoral a mantener informada a la opinión pública nacional e internacional […] Cualquier atraso en dicha información sólo genera una suspicacia que no es conveniente y que puede detonar los sentimientos de inseguridad” escriben los Obispos hondureños en un comunicado.
Por su parte, y como organismo de la Conferencia Episcopal de Honduras, Cáritas también pidió a la clase política “respetar la sabiduría del pueblo”, el cual respondió de forma favorable al salir, en su mayoría, a las urnas. Cabe señalar que los miembros de Cáritas monitorearon el clima electoral.
“Ningún partido ni líder político puede considerarse portavoz de la decisión de la mayoría, o arrojarse la facultad de poder manipular o desconocer la voluntad del pueblo que concibe la práctica de la democracia en la vigencia del pluralismo político” señala la Pastoral Social (Cáritas) en un documento.
Lo anterior corresponde a la posible victoria del actual presidente, Juan Orlando Hernández, lo que está generando polémica, ya que en ese país la Constitución prohíbe la reelección en los cargos públicos. A esto se añaden las irregularidades del conteo de votos por parte del TSE y el sospechoso apagón de los sistemas contables, pues ante de este el candidato de la oposición, Salvador Nasralla, llevaba la delantera, y cuando volvió a funcionar, ya le daba la ventaja a Hernández.
“Instamos a los líderes de los partidos políticos a pensar en Honduras por encima de sus intereses y personales o de grupo. Su actitud de liderazgo se demuestra en su capacidad de aceptar con hidalguía sus derrotas y sus triunfos con humildad. Cualquier intento de desestabilizar el devenir del resultado de las elecciones e incitar a sus seguidores a un comportamiento que pudiese desembocar en una confrontación que ahondaría la brecha que las heridas del reciente pasado han abierto en la sociedad hondureña” expresan los Obispos.
Finalmente, la Conferencia y la Pastoral Social piden a la población a mantener la calma para no caer en actos violentos y a la clase política garantizar la seguridad y paz en el territorio hondureño. “Oras para que no nos veamos nunca como enemigos, sino que, aunque existan diferencias entre nosotros prevalezca el sentido de corresponsabilidad y solidaridad” subrayan.