Por Felipe MONROY |
“Me parece muy bien, pero te advierto que habrá resistencias”, le dijo el papa Francisco al cardenal arzobispo de México, Carlos Aguiar Retes, cuando éste le comentó algunas ideas de cambio que desea impulsar en la Arquidiócesis Primada de México, principalmente en materia de reorganización estructural y pastoral para la ciudad más importante del país y una de las iglesias más masivas y complejas del mundo.
Aguiar Retes realizó a principios de marzo una visita al Vaticano para participar en la Asamblea de la Pontificia Comisión para América Latina de la Sagrada Congregación de los Obispos cuyo tema central fue la participación de la mujer en la Iglesia y la sociedad; sin embargo, en su estancia, el cardenal mexicano aprovechó para sostener encuentros con diferentes representantes de dicasterios romanos y con el propio pontífice.
Según lo comentó el propio Carlos Aguiar durante su intervención en el Día de la Universidad Pontificia de México, el papa Francisco escuchó las propuestas que desea implementar en la Iglesia de la Ciudad de México: “Estuve en Roma, estuve con el Santo Padre. Le platiqué mis cuitas y mis proyectos. Me animó muchísimo e incluso me hizo alguna advertencia cuando le planté esto que ya lo he hecho público: Que la parroquia en la ciudad ya no responde cabalmente como se necesita; esa parroquia está hecha para el campo y las pequeñas ciudades donde hay identidad y sentido de pertenencia”.
La propuesta del cardenal Aguiar Retes se centra en las “unidades pastorales”, que rompen con la construcción tradicional de las fronteras parroquiales y su acción. Aguiar impulsó, en las diócesis donde ha gobernado, centros donde un grupo de sacerdotes diocesanos pueda compartir más que sólo la vecindad territorial: “Tenemos que hacer lo que el Derecho Canónico aprueba desde 1983 que son las unidades pastorales, para que sea más amplio y efectivo el trabajo coordinado de los sacerdotes con los laicos y más eficaz”.
Fue entonces cuando Aguiar Retes recibió la advertencia del papa Francisco: “Me parece muy bien, pero te advierto que va a haber muchas resistencias. Como las que tuvo el arzobispo Quarrancino en Buenos Aires cuando inició este proyecto y que a mí me costó muchas resistencias. Pero es el camino y hay que trabajar en ello”, refirió.
El modelo de “unidades pastorales” contempla la posibilidad de que los párrocos ya no vivan en la casa cural del templo sino que compartan una casa común con otros sacerdotes; además de las ventajas económicas que supone el gasto de una sola casa común en lugar de cuatro o cinco independientes, Aguiar había confiado al vaticanista Andrés Beltramo que este modelo podrá atender desafíos anímicos o emocionales de los ministros: “Con la soledad vienen muchas tentaciones; en cambio cuando estás acompañado de otros que dan la vida igual que tú se comparten experiencias, dudas, situaciones… la clave es cambiar la mentalidad clerical que está en el modelo anterior”.
En el marco del Día de la Universidad Pontificia de México, el cardenal Aguiar Retes visitó, por primera vez en su calidad de Gran Canciller, la institución educativa eclesiástica más importante del continente. En el evento entregó los reconocimientos al Mérito Universitario a tres organizaciones de servicio humanitario y solidario en México (Casa de la Amistad para Niños con Cáncer, Proyecto Ave Fénix 2000 y VIFAC) y compartió la solicitud que hizo al cardenal prefecto de la Sagrada Congregación para la Educación Católica, Giuseppe Versaldi, para que se mantuviera al doctor presbítero Mario Ángel Flores Ramos como rector de la UPM por un periodo extraordinario: “Algo que valoro mucho son las instituciones -dijo el arzobispo de México-, no hay forma de expresar, hacer válida y efectiva nuestra ayuda a la sociedad, como individuos, sino a través de las instituciones. A veces también las instituciones tienen fallas, pero es igual con las personas tenemos fallas y limitaciones. Sin instituciones la sociedad no camina. Y una institución educativa es fundamental para encontrarse y compartir lo que llevamos dentro, no solamente cuestiones académicas, sino que respondan a las realidades que vivimos o estamos viviendo o a los sueños que queremos que se realicen”.