Por Luis Antonio Hernández
Este domingo además de elegir a un nuevo Presidente de la República y renovar el Congreso Federal, se realizarán comicios en 30 entidades de nuestro país para seleccionar 8 gobernadores y un Jefe de Gobierno, 1.020 legisladores locales, correspondientes a 27 Congresos Locales, y aproximadamente 1,500 Presidencias Municipales.
Los estados que elegirán titular del Ejecutivo, son: Chiapas, CDMX, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. mientras que Baja California y Nayarit, serán las únicas regiones que no tendrán actividad política local.
De acuerdo a información proporcionada por el INE, en el caso de la elección federal se instalarán 154 mil casillas, en las que podrán votar alrededor de 89 millones 123 mil ciudadanos, de los cuales un poco más de 25 millones son menores de 29 años de edad, asimismo, existen cerca de 14 millones de jóvenes que por primera vez tendrán la posibilidad asistir a las urnas.
Tomando en consideración los resultados de los Censos y Conteos de Población y Vivienda, realizados en 2010 por el Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI), así como sus más recientes actualizaciones, se estima que más de 65 millones de los potenciales electores, se identifican a si mismos como católicos, lo cual podría convertir a la población creyente en un factor decisivo durante los comicios.
Independientemente de su tamaño, impacto y cobertura mediática, esta elección reviste una especial importancia pues sus resultados serán determinantes para el desarrollo de la sociedad, la niñez y la juventud mexicana en las próximas décadas.
Además de definir el futuro de las reformas estructurales impulsadas por la actual administración, y ser un termómetro para evaluar el grado de avance, madurez de nuestra democracia.
Estas elecciones representan un importante parteaguas para temas tan trascendentes como: el derecho a la vida, fortalecimiento de la familia y el matrimonio, la educación, la libertad religiosa y el bien común.
En resumen esta jornada electoral es una importante oportunidad para colocar en el centro de toda acción política y de gobierno a la persona humana.
Como católicos y ciudadanos responsables tenemos la obligación moral de participar y hacer posible que otros participen. Elijamos la mejor opción para México. Apropiémonos de la elección, es nuestra.
No nos dejemos impactar por las encuestas, ellas no deciden la votación lo deciden nuestros votos, por eso la importancia de ir todos a votar.
El autor es Director de Voto Católico