Por Arturo Maximiliano
A veces nos negamos a ver al gobierno y sus dependencias como apoyo de nuestro bienestar en general y de nuestras finanzas personales en particular.
Quizá y de manera muy lamentable lo vemos como todo lo contrario, pero eso puede ser un error, particularmente a la hora que necesitamos instituciones que nos ayuden a conocer más información sobre los productos que consumimos y donde se va parte de nuestro ingreso. En este caso me referiré particularmente a la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
La misión de COFEPRIS es proteger a la población contra riesgos a la salud provocados por el uso y consumo de bienes y servicios, insumos para la salud, así como por su exposición a factores ambientales y laborales, la ocurrencia de emergencias sanitarias y la prestación de servicios de salud mediante la regulación, control y prevención de riesgos sanitarios. Es decir que, entre otras cosas, nos protege de consumir productos y servicios que pudieran generarnos un daño a nuestra salud y por las mismas consecuencias, a nuestro bolsillo.
Los consumidores siempre necesitamos información y pocas son las agencias que tienen la capacidad, recursos y personal para supervisar e inspeccionar al respecto. Así es como la COFEPRIS emite alertas sanitarias sobre publicidad engañosa, servicios, alimentos y medicamentos, entre otros, por lo que es bueno estar al pendiente de sus publicaciones.
Te comparto casos para ejemplificar el trabajo de COFEPRIS y como nos orienta:
Productos milagro. Algunas empresas comercializan productos con diversos fines principalmente curativos o estéticos que prometen resultados definitivos o inmediatos. Muchos de ellos no han sido autorizados por COFEPRIS, por lo que no existen evaluaciones y estudios que prueben que consumirlos resulta en los beneficios que ofrecen. Toma en cuenta que, aún y cuando estén autorizados, el funcionamiento de algunos productos puede depender de tu constancia, hábitos paralelos u otros elementos.
Indicaciones para no comprar medicamentos. Apenas hace pocos días se acaba de dar a conocer la alerta de COFEPRIS con respecto a los medicamentos que contengan Ranitidina, producto muy popular para malestares como las agruras, ulceras y otros asociados. De acuerdo con la Comisión se debe dejar de usar toda vez que puede tener consecuencias negativas para la salud, esto de acuerdo con datos compartidos de investigación farmaceútica con otras agencias reguladoras en otros países del mundo. Los doctores deben dejar de recetarlas y los pacientes de tomarlas, ya sea que lo hagan por prescripción médica o automedicación.
Alertas sanitarias de alimentos. Aquí encontrarás información sobre productos que pueden afectar nuestra salud cuando los comemos. Se trata de alimentos de todo tipo cuya afectación puede no ser sólo para los producidos en determinadas fechas. Ejemplo de esto fue el reciente retiro de los anaqueles de ciertos cerales, con fecha de producción y caducidad determinada, así como de una marca de pistaches, ambos por detección de presencia de salmonela. Reitero que no todas las alertas de este tipo son definitivas.
Servicios de salud que pueden empeorarla. La alerta sanitarias de servicios de salud es información que emite COFEPRIS sobre la probable afectación a la salud de la población en este tipo de servicios. Por ejemplo, se ha identificado un crecimiento en la prestación de servicios de cirugía estética a través de establecimientos o locales privados, sin que cuenten con los avisos ni las autorizaciones sanitarias conducentes. Acudir a ellas puede ser muy peligroso para nuestra salud e incluso nuestra vida.
Publicado en la edición impresa de El Observador del 17 de noviembre de 2019 No.1271