La visita privada del Papa emérito a Baviera fue un ‘adiós’ a su tierra natal y afectos.

Por Ary Waldir Ramos Díaz / Aleteia en El Observador

El Papa emérito Benedicto XVI, de 93 años, regresó el lunes 22 al monasterio Mater Ecclesiae (13:45 hora de Roma), ubicado dentro de los Jardines del Vaticano, después de un viaje a Ratisbona, Alemania, iniciado el pasado jueves 18 de junio para visitar a su hermano enfermo, Georg Ratzinger, de 96 años.

La visita privada y de sorpresa del Papa emérito concluyó este lunes después de medio día, luego de que la semana pasada hubiera tomado un vuelo de Estado desde Roma hasta Baviera para visitar a su hermano mayor, gravemente enfermo.

El viaje del Papa emérito ha sido destacado este fin de semana por la prensa alemana como casi una despedida nostálgica a su tierra y a sus afectos más cercanos. “Esta es probablemente la última vez que los dos hermanos, Georg y Joseph Ratzinger, se ven en este mundo”, escribió la diócesis de Ratisbona en una nota.

Desde cuando renunció en febrero de 2013, Benedicto XVI no realizaba un viaje largo o fuera de Italia. Además, representó para el Papa emérito un gran esfuerzo físico, debido a su edad y limitaciones. Por las calles bávaras le acompañó una escolta siempre y se le vio paseando en un vehículo especial para subirle sentado en su silla de ruedas.

Las imágenes de la televisión pública alemana muestran que Benedicto XVI gozó del calor de los habitantes de Ratisbona que le saludaban en cada cruce y él les saludaba con la mano desde la ventanilla, mientras pasaba la caravana que le acompañaba en su itinerario. Asimismo, la iglesia local le ofreció alojamiento en el seminario a poca distancia de la casa de su hermano.

También Benedicto XVI se trasladó el sábado en la tarde al cementerio de Ziegetsdorf para rezar ante la tumba de sus padres, así como pasar por las calles donde vivió su infancia hasta llegar a su casa en la localidad de Pentling. Hoy la casa es de propiedad del Instituto Benedicto XVI. Ratzinger había vivido allí, junto con su hermana, en sus años de profesor de Teología, hasta 1977 en la Universidad de Ratisbona.

El Papa estuvo asistido todo el tiempo por su secretario particular, George Gaenswein, además del Vicecomandante del Cuerpo de Gendarmería del Vaticano, y un pequeño grupo de trabajadores de la salud y colaboradores.

La diócesis de Ratisbona había invitado a los fieles a respetar el momento y, según el deseo de los dos hermanos, a «dejar que este encuentro profundamente personal permanezca privado», por lo tanto sin apariciones públicas.

Muy unidos como siempre, los dos hermanos Ratzinger, separados por tres años de edad, fueron ordenados sacerdotes el mismo día, 29 de junio de 1951 en la Catedral de Freising.

«Desde que nació, mi hermano ha sido para mí no sólo un compañero, sino también un guía fiable”, dijo Benedicto XVI, cuando, en 2008, la ciudad de Castel Gandolfo quiso ofrecer la ciudadanía honorífica a su hermano mayor.

Prueba de esa cercanía fraterna son, en particular, las numerosas visitas que Georg Ratzinger hizo al Vaticano, de 2005 a 2013, durante los años de pontificado de su hermano e incluso después de su renuncia.

Publicado en la edición semanal digital de El Observador del 28 de junio de 2020. No. 1303

Artículo original publicado en Aleteia

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