Nos habéis hecho llegar un vídeo a través de WhatsApp cuya protagonista es una mujer que se identifica como Maria José Martínez Albarracín, que dice haber sido miembro de ‘Médicos por la verdad’, una organización que, entre otras cosas, niega que actualmente haya pandemia en España. En el documento asegura que existe “suficiente fundamentación científica” para poder tratar la covid-19 con dióxido de cloro. Para justificar su afirmación, cita una supuesta patente registrada por la NASA en 1988 que “recomienda el dióxido de cloro para el tratamiento de todo tipo de bacterias e incluso para la conservación de la sangre”. Es FALSO. La NASA no ha registrado nunca una patente para este producto que, como ya hemos explicado, no sirve para tratar la covid-19 y es perjudicial para la salud si se ingiere en ciertas cantidades.
“Hay una patente de la NASA, del año 1988, donde [la agencia espacial] recomienda precisamente el dióxido de cloro para el tratamiento de todo tipo de bacterias, e incluso para la conservación de la sangre. Se utiliza también para la potabilización del agua, es totalmente seguro y tiene la suficiente fundamentación científica para poder tratar covid con mucha probabilidad de éxito y sin efectos adversos”
El documento al que hace referencia Albarracín en el vídeo es un reportaje publicado en la revista Spinoff, una publicación en la que hablan de tecnologías que han sido desarrolladas inicialmente por la NASA pero que encuentran también usos alternativos en otras áreas más allá de la aeroespacial. Bajo el título Un antídoto universal, la agencia espacial hace un repaso de las virtudes del producto Ren New Air Conditioning Disinfectant (Nuevo Desinfectante de Aire Acondicionado Ren), de la ya extinta marca Alcide (propiedad actualmente de la empresa Ecolab). Este producto, un desinfectante de aires acondicionados que tiene el dióxido de cloro entre sus componentes, tenía potencial de ser usado en varias industrias: desde la automovilística hasta la médica, pasando por la agricultura, aunque en ningún caso se hablaba de ingerirlo.
La NASA no defiende el clorito de sodio como tratamiento farmacológico, sino que indica que, en 1988, se estaban llevando a cabo investigaciones para determinar si la formulación de Alcide podía “alterar el curso de la enfermedad de pulmón” y si esta tecnología podría tener potencial también para “diversas aplicaciones médicas como el tratamiento del acné, herpes y fibrosis quística”. En principio, habla de que el componente mata bacterias, virus y hongos y que no es tóxico para los humanos, plantas o animales, si se usa para limpiar los conductos del aire acondicionado, por ejemplo, de un automóvil.
La patente de Alcide, registrada el 25 de octubre de 1988 en el registro estadounidense, no fue presentada por la NASA. “Alcide no es, estrictamente hablando, un derivado de una tecnología aeroespacial”, explica el reportaje (página 118), sino que los productos y la compañía que los fabrica son beneficiarios de uno de los nueve centros de aplicaciones industriales que la agencia espacial tenía en esa época.
El dióxido de cloro es perjudicial para la salud
Hablamos de un artículo que fue publicado en el año 1988 y que, si bien puede tener infinidad de aplicaciones (de ahí que el reportaje se llame Un antídoto universal), a día de hoy no se ha demostrado que sea beneficioso de algún modo en el tratamiento de infecciones.
En general, el dióxido de cloro se emplea “como agente blanqueador en plantas que manufacturan papel, y en plantas de tratamiento de aguas públicas para hacer el agua segura para beber”, por lo que es habitual mezclarlo con agua. De esta mezcla surge el clorito iónico, el cual “también es un compuesto muy reactivo”, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de Estados Unidos. Si se ingiere en altas cantidades (más 0.8 miligramos de dióxido de cloro por litro de agua, según el organismo) puede “irritar la nariz, los ojos, la garganta y los pulmones”, alertan.
Desinformadores reincidentes
No es la primera vez que Verificat desmiente la supuesta eficacia de este compuesto para el tratamiento de la covid-19, y diversas agencias reguladoras y los organismos internacionales desaconsejan su uso por considerarse potencialmente tóxico.
La organización ‘Médicos por la verdad’ ha sido expedientada por el Colegio de Médicos de España por haber desinformado de forma reiterada a lo largo de toda la pandemia. Miembros de la International Fact Checking Network, igual que Verificat, han publicado numerosos desmentidos sobre sus declaraciones.
Este vídeo de Albarracín tiene su origen en un documento que lleva meses circulando y su contenido ya había sido desmentido por diversas agencias de verificación como Chequeado, Newtral o Colombiacheck.