Por Ángelo de Simone

En pleno siglo XXI, es recurrente encontrarnos con fariseos modernos, que ponen por encima de la caridad, la ley.

La autoridad del testimonio, nos permite alzar la voz en medio de esta guerra de indiferencia. Hoy vemos cómo el mundo sigue reprobando la materia de la humildad donde, no solo los grandes líderes están enfermos de soberbia sino que, nosotros también en nuestra cotidianidad, a consecuencia de este virus, también declaramos guerras absurdas, hiriendo mortalmente a personas inocentes, sencillamente por hacer vencer “nuestra verdad”.

Hoy Jesús nos invita a preservar el amor, especialmente el de familia, para que juntos podamos sembrar esperanza en este mundo que requiere encender la luz de la solidaridad.

Que durante esta reflexión del evangelio de hoy, 25 de febrero de 2022 podamos responder a la pregunta: ¿En donde pongo el énfasis? ¿En el cumplimiento de la ley o en la caridad? ¿Formo parte de la lucha del poder que hoy se generaliza en el mundo? ¿Defiendo la verdad que Dios me enseña (la misericordia) o me hago el indiferente ante el dolor de los que sufren a causa de la guerra?

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