El Evangelio de hoy nos invita a vivir siempre atentos y con un corazón abierto para ir construyendo y trabajando el encuentro con el Señor.
Muchas veces dejamos de hacer cosas importantes para nuestra vida porque nos encontramos distraídos por los problemas, dificultades, necesidades y enfermedades, olvidando disfrutar la bendición de la familia, una conversación con un amigo o sencillamente decir te quiero a esa persona tan especial.
Hoy Jesús nos invita a dejar de lado lo pasajero y cultivar lo verdaderamente importante: el corazón.
Durante la reflexión de hoy es necesario dejarnos tocar por Jesús, preguntándonos: ¿Cómo voy llenando mi vida de sentido? ¿Acaso soy como las vírgenes imprudentes que por estar distraído en la vida no tendré suficientemente llena la lámpara de mi corazón? ¿Cómo cultivo mi espíritu para el encuentro con el Señor ?
Tomemos un tiempo para reflexionar durante este audio y decir: Señor, dame la serenidad y la paciencia para poder seguirte y transformar mi corazón. No permitas que me distraiga por aquello que no me ayuda a crecer y me aleja de ti.
