Ghanim Al-Muftah es el joven embajador de Qatar, empresario y deportista de 19 años que fue parte de la ceremonia de inauguración del evento mundialista
Por Juan Cadarso/ReL
La Copa del Mundo es, sin duda, el torneo de fútbol más seguido a nivel global. Y su ceremonia de inauguración, junto con la final, uno de los momentos más importantes. Cuando el pasado domingo, millones de personas vieron a Morgan Freeman (actor de Todopoderoso) escenificar sobre el césped catarí el fresco de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, pocos sabían quién era la persona que hacía de Adán.
Ghanim Al-Muftah tiene 19 años, es catarí, empresario, estudia Ciencias Políticas en el Reino Unido, es el embajador del Mundial de Qatar 2022, y nació sin la mitad inferior de su cuerpo. Cuando su madre estaba embarazada de él, y de su hermano gemelo, Ahmad, recibió muchas presiones para que lo abortara, muchos creían que la discapacidad causada por su enfermedad, Síndrome de Regresión Caudal, solo traería sufrimiento.
Comprometidos a cuidarlo
Sin embargo, los padres de Ghanim, Eman Al-Obaidli y Mohammed Al-Muftah, decidieron seguir adelante con el embarazo, y se comprometieron a cuidarlo. La madre le llegó a decir a su padre: “Yo seré su pierna izquierda y tú serás su pierna derecha”, comentaron en su día a la web The Epoch Times.
El aborto en Catar está permitido, siempre que se considere que el embarazo pone en peligro la vida de la madre o si hay evidencia de que el niño nacerá con una enfermedad intratable y/o deficiencias mentales o físicas. Actualmente se estima que hay unos 100 abortos al año en territorio catarí y otros 20 en el extranjero.
Los gemelos Ghanim y Ahmad nacieron el 5 de mayo de 2002. Ahmad, que suele aparecer en las publicaciones de la popular cuenta de Instagram de Ghanim, respiró por primera vez un minuto antes que su hermano. La pareja tiene, además, una hermana mayor, Gharissa Al-Muftah.
Un decidido luchador
La vida de Ghanim no ha sido fácil, de niño se vio sometido a las burlas de sus compañeros de colegio. Para responder a estos ataques, su madre le animó a hablar con ellos para informarles sobre su enfermedad. Un trastorno congénito que se produce cuando la parte inferior de la columna vertebral no se forma completamente antes del nacimiento.
Tras una infancia complicada, Ghanim se graduó en una escuela internacional y ahora estudia Ciencias Políticas. Resulta también admirable que el joven no quiera utilizar una silla de ruedas, y opte por moverse apoyándose en sus brazos y manos. El catarí reconoce que debe aprovechar todo aquello con lo que ha sido bendecido, en lugar de fijarse en lo que no tiene.
Y, es que, como demuestran sus redes sociales, a Ghanim no hay actividad que se le resista. Submarinismo, natación, monopatín, pesas o escalada en roca son solo algunas de ellas. El joven empresario, que quiere ser embajador de Catar, da charlas para concienzar y de ayuda para otras personas con discapacidad.
“Lo más importante es ver a mis padres orgullosos de mí y de mis logros”, comentó en su día el joven. “Esos momentos son un reabastecimiento de combustible que me anima a continuar y a dar lo mejor de mí, y a ver a mis padres con ese brillo en sus ojos», añadió Ghanim Al-Muftah.
Además de los problemas de movilidad, el joven debe lidiar con frecuentes intervenciones quirúrgicas. “Dicen que ‘lo que no te mata te hace más fuerte’, y mi estado de salud me ha convertido en una persona fuerte y ha revelado todos los puntos fuertes de mi personalidad”, explicó.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 27 de noviembre de 2022 No. 1429