Por Arturo Zárate Ruiz

La Conferencia Episcopal Española otorgó recientemente los premios ¡Bravo! de comunicación social, entre otros, a la serie difundida en la Red The Chosen, o Los Escogidos.

Esta serie, leemos en Religión en Libertad, versa sobre la vida de Jesucristo y se difunde gratuitamente a través de su propia aplicación móvil y en Youtube. También se nos dice que se diferencia de otras producciones anteriores sobre Jesús en que está formada por episodios centrados cada uno en un hecho concreto de los Evangelios, y que incorpora elementos de ficción en torno a los personajes principales, siempre dentro de un respeto básico a los hechos tal como los narra la Biblia. La serie inició este noviembre su tercera temporada.

Algunos de los episodios podemos verlos en gloria.tv. Les recomiendo buscar allí el episodio piloto. Todos los que se han producido están en https://www.angel.com/watch/the-chosen . Allí, además de escoger el episodio, hay que escoger el lenguaje.

El episodio piloto es excelente para llenarse de asombro en esta Navidad. Recrea la experiencia de un pastor, entre varios, al recibir el anuncio angélico del nacimiento de Jesús. Marginado aun por sus propios compañeros de trabajo, este pastor prevé, en Navidad, la Pasión.

En Wikipedia se nos informa que la primera temporada está ambientada en la Galilea del siglo I, donde Jesús comienza a formar un grupo para su ministerio, invitando a varias personas con diferentes antecedentes, de allí, digo yo, que la serie se llame Los Escogidos. La segunda temporada comienza en Samaria y se traslada a las regiones cercanas, entonces Jesús continúa construyendo su grupo de discípulos y, a medida que la palabra de su ministerio público comienza a crecer, encuentra tanto oportunidades como dificultades. La tercera temporada se centrará en los discípulos que continúan luchando mientras siguen a Jesús; al regresar a Cafarnaúm después del Sermón del Monte, la creciente popularidad de Jesús preocupa a diferentes construcciones sociales y políticas, incluidos los romanos y los fariseos.

La ambientación, el vestuario y la contextualización histórica son excelentes. Podría resumirlo diciendo que los personajes lucen como judíos, según su escala social y según la época y el lugar. Son rarísimos los güeros, por lo cual chocará a muchos que Jesucristo no lo pinten con ojos azules, rubio y con nariz alemana, sino como semita, que lo es.

Sin restarle peso y solemnidad a sus palabras, en Jesús también hay alegría, bromas y aun baile, lo que no es común ver en el cine sobre Él.

Más chocante les parecerá inclusive María, porque la presentan bastante pobre y ordinaria (a excepción del episodio piloto). Pero no olvidemos que así les pareció a muchos en su época: una mujer pobre y ordinaria, la esposa del carpintero.

Los escogidos, cual remarca el título de la serie, son personajes interesantísimos. Todos son jóvenes, salvo Nicodemo por ser ya un miembro del Sanedrín. Y viene al caso que no sólo lo luzcan sino también que se comporten como tales. Tendemos a pintar a Pedro como viejo llorón junto a Jesús. Pero si a Pedro lo martirizaron el año 64, no pudo ser sino un muchacho entusiasta cuando acompañó a Jesús en su predicación alrededor del año 30.

Parte de la ficción en la serie ha sido el recrear la personalidad de cada uno de los escogidos. A Pedro le gusta boxear y apostar, y, por lo último, está a punto de ser condenado por los romanos por no poder pagar impuestos. Es entonces que ocurre la pesca milagrosa y exclama a Jesús: ¡apártate de mí que soy un pecador! Nicodemo creyó por el exorcismo de Jesús sobre María Magdalena. Tomás creyó porque vio el milagro de Caná. Mateo, además de creer por la pesca milagrosa, es un autista hábil sólo para hacer cuentas y tomar registro de lo que oye: por eso es el evangelista más exacto al referir los sermones de Jesús.

La ficción agregada no quita, hasta ahora, la fidelidad de esta serie hacia los Evangelios. Por esto, por entretenida y por hermosa, esta serie merece el premio ¡Bravo! de la Conferencia Episcopal Española. Los invito a que la vean. Es gratis.

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 1 de enero de 2023 No. 1434

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