Por Dr. Mauro Rodríguez Marín*

A través de los siglos ha existido un profundo vínculo entre el catolicismo y la educación, destacando la relevancia de las figuras clave y las instituciones que han moldeado la educación católica hasta nuestros días. Desde los albores de la cristiandad, la Iglesia Católica ha considerado la educación como un pilar fundamental para la formación integral de las personas y la propagación de los valores cristianos.

Figuras como santo Tomás de Aquí

no, cuyas enseñanzas sentaron las bases para una educación basada en la razón y la fe, y san Juan Bosco, cuyo amor incondicional y visión educativa revolucionaria transformó la vida de los jóvenes más desfavorecidos. También analizaremos la labor pionera de santa Juana de Lestonnac, quien abogó por la educación de las mujeres cuando esta era una idea revolucionaria.

El papel esencial de los jesuitas, liderados por san Ignacio de Loyola, en la fundación de instituciones educativas renombradas en todo el mundo, así como la dedicación de santa Teresa de Ávila a la formación espiritual y académica, también dejaron marca en la educación universal.

A través de un recorrido histórico y una mirada hacia el presente, se busca resaltar cómo la educación católica ha sido y continúa siendo una fuerza poderosa en la transmisión de conocimientos, valores y principios fundamentales para el desarrollo de individuos comprometidos con el bien común y la trascendencia espiritual. En un mundo en constante cambio. La educación católica mantiene su compromiso indeleble de formar líderes capaces de contribuir a la sociedad con sabiduría, compasión y una fe inquebrantable. En el contexto mundial, figura reconocida como el impulsor de la educación universitaria y escritor de estos temas, el cardenal John Henry Newman, en 1851, fundó la Universidad Católica de Irlanda, que luego se convertiría en la Universidad de Dublín. Aunque no fundó universidades en Inglaterra, Newman tuvo una gran influencia en el pensamiento y la práctica educativa en Inglaterra y en todo el mundo católico.

Newman defendía la idea de que la educación debería ser un lugar para enseñar “el pensamiento universal”, donde se pueda adquirir una visión completa de la vida y de la realidad. Abogaba por la importancia de la amplitud en el currículo, argumentando que el conocimiento se interrelaciona y que el estudio de un solo campo puede limitar la capacidad de un estudiante para comprender el mundo.

En América, estas ideas han tenido una influencia notable en las universidades católicas. Muchas de estas instituciones han adoptado el modelo de Newman de la enseñanza liberal, enfocándose en proporcionar una educación completa y bien redondeada que valore tanto las humanidades como las ciencias. Este enfoque se ve en universidades como la Universidad de Notre Dame y la Universidad Católica de América, donde la influencia de Newman sigue viva en sus misiones educativas. En México, la relación entre el catolicismo y la educación ha sido una intrincada danza de fe, cultura e historia. Desde la llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI hasta nuestros días, la Iglesia Católica ha dejado una profunda huella en el panorama educativo del país.

Desde sus inicios, la Iglesia desplegó sus esfuerzos para evangelizar a las comunidades indígenas, estableciendo misiones y colegios donde se enseñaba la doctrina católica junto con conocimientos básicos. Este legado de educación religiosa arraigó fuertemente en la sociedad mexicana y sentó las bases para la educación católica en el país.

Hoy en día, la educación católica continúa siendo una parte significativa del sistema educativo mexicano, con una amplia red de instituciones que abarcan desde preescolar hasta la educación superior. La influencia del catolicismo en la educación se manifiesta a través de su enfoque en la formación integral de los estudiantes, inculcando valores éticos y morales, y fomentando el compromiso social y la solidaridad.

En la actualidad, aunque la educación pública en México es secular, la Iglesia Católica sigue teniendo un papel en la educación a través de numerosas escuelas y universidades privadas. Además, debido a la fuerte presencia cultural del catolicismo en México, los valores y creencias católicos pueden influir indirectamente en la educación, incluso en las escuelas públicas.

*Doctor en Ciencias Económicas y Administrativas por la Universidad de Guadalajara.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 3 de septiembre de 2023 No. 1469

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