Por Mónica Muñoz

Últimamente he escuchado un término de moda que utilizan en muchos canales y páginas de redes sociales y es el de “cancelación”, pero ¿a qué se refieren los famosos influencers cuando la utilizan en sus programas conocidos como podcasts?

Bien, hay que comenzar recordando que algunos años atrás, solamente los medios de comunicación que hoy se califican como “tradicionales” eran los que impulsaban a los actores, actrices y cantantes y decidían quienes serían famosos y quienes, no. Pero desde que el internet se hizo más accesible y aparecieron las plataformas donde se puede hacer transmisiones en vivo grabaciones, los antiguos medios han pasado a segundo término y, por lo tanto, la competencia ha crecido exponencialmente, y ahora quienes controlan la fama de tal o cual creador de contenido, son los dueños de las redes.

Eso no ha sido impedimento para que los que buscan ser reconocidos generen videos al por mayor, sin embargo, no actúan con toda la libertad que, aparentemente quisieran tener, pues deben apegarse a las reglas de la comunidad que imponen esas plataformas. Bueno, pues por ese lado, comienzan las cancelaciones.

Pero resulta que también entre los representantes más populares de estos nuevos medios se bloquean entre sí en sus páginas, canales, etc. porque cuando algo no les parece de los demás, primero hablan mal del contrario, y después intentan “borrarlo” no permitiendo que el contrincante vea sus producciones. Con esas acciones se “cancela” al que no piensa como ellos.

Este tipo de conductas se ha disparado porque es una realidad que cualquiera tiene acceso a generar un canal y subir contenido de lo que se le antoje. Es aquí donde entran en acción las dichosas reglas de la comunidad, que se aplican discriminando a quienes no se apeguen a las ideologías que ellos imponen, y mañosamente, todo va encaminado a la destrucción de los valores morales, basta con analizar qué clase de contenidos son los que más promueven y tienen éxito, comenzando con la ideología de género.

En segundo lugar, se cancela a los que no simpatizan entre sí, polarizando opiniones y provocando odio entre los bandos contrarios, lo que también es una falta de respeto hacia la gente que se expone en estas ventanas y que no mide las consecuencias de mostrar tanto de sí mismos y hasta de sus familias, pues toda su vida queda al descubierto y no todos los espectadores son inofensivos, porque puede ser que ofendan al oponente y hasta amenacen con hacerle daño.

Este fenómeno de la cancelación es una actitud bastante negativa y no trae nada de beneficio a quien la practica, por el contrario, promueve el distanciamiento y el rencor. Y, lamentablemente, no es exclusiva de las redes sociales, en la vida cotidiana hay quien se comporta de la misma manera, desplazando relaciones con personas importantes al olvido, solo porque no coinciden en algunos aspectos.

Y es ampliamente promovida y replicada en las redes, en donde se muestra que es muy fácil deshacerse del prójimo si comienzan los problemas, en lugar de buscar soluciones, reduciendo al otro a una relación pasajera y desechable.

Pensemos en toda la gente que se deja llevar por lo que le dice el Face, o el Tiktok o los videos de Youtube o Instagram. Y lo peor, es la cantidad de repeticiones que se da de una misma idea, solo cambia quien la menciona, sin ser experto en la materia, con el único respaldo de ser alguien reconocido por unos miles o hasta millones de seguidores.

No cabe duda que tenemos mucho trabajo y una gran responsabilidad en estos tiempos para formarnos correctamente y transmitir a nuestros jóvenes, adolescentes y niños los valores necesarios para tomar decisiones correctas y aprender a respetar a las personas simplemente por el hecho de serlo, sin cancelarlos porque piensan diferente, comenzando con su familia y amigos.

Que Dios nos ayude porque diariamente nos enfrentamos con el enemigo, que se mete por los ojos desde nuestras propias manos. a través del celular.

Que tengan una excelente semana.

 

Imagen de Erik Lucatero en Pixabay


 

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