SE ESTRENA HOY EN MÉXICO LA PELÍCULA DE CARLO ACUTIS «EL LATIDO DEL CIELO» SOBRE LOS MILAGROS EUCARÍSTICOS QUE INVESTIGÓ EN SALAS DE CINEMEX.
Gaby Jacoba, Directora del Festival Internacional de cine católico nos invita a ir a verla durante estos primeros días desde hoy 26 de octubre para que la película logre quedarse en cartelera ya que está compitiendo con la temporada del cine de terror.
Por: Juan Diego Camarillo
En entrevista para El Observador, Antonia Salzano, madre de Carlo nos cuenta de esta película que viene a mostrar la esencia de Jesús Eucaristía de la mano de su hijo.
Antonia, ahora que estuviste de promoción en México y Estados Unidos, ¿qué impresión te has llevado al reunirte con diferentes generaciones y en aforos muy nutridos?
México es muy, muy cálido, y tiene mucha fe. Así me lo imaginaba. Sé que los mexicanos tienen mucha fe; todos son muy amables y muy afectuosos.Es increíble y estoy contenta de que esta película vaya a ser estrenada en México, porque estoy segura de que hay mucha gente que tiene fe. Sin embargo, también hay una gran parte que está alejada de la fe y que tiene problemas, ya sea por sus padres, su educación o muchos otros factores humanos.
Estoy segura de que esta película puede ayudar a acercarse a Dios, ya que en ella se muestra que Dios está verdaderamente presente en el pan y en el vino consagrado. Su presencia es real, como lo decía el Papa Benedicto XVI: es una presencia física que se esconde en el pan y el vino, pero está verdaderamente presente, como Él lo prometió. Como dijo Jesús: «Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo».
El secreto de mi hijo Carlo, de su santidad, estaba en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía, que él llamaba «la autopista hacia el cielo». Para Carlo, la Eucaristía era el centro de su vida. Empezó a ir a misa cuando tenía siete años y hacía adoración eucarística cada día. Jamás se perdía una misa, porque para Carlo, todo en su vida estaba centrado en la Eucaristía. Era un chico de hoy, un chico normal, pero que había abierto de par en par la puerta de su corazón a Dios. Su vida era ordinaria y, al mismo tiempo, extraordinaria.
Con este filme, queremos ayudar a la gente a realizar este proyecto de santidad que Dios ha pensado para cada uno de nosotros desde la eternidad. Cada uno de nosotros es precioso, único e irrepetible. Carlos decía que «todos nacen originales, pero muchos mueren como fotocopias.» Morir como una fotocopia es una posibilidad si no se lleva a cabo este proyecto. Ahora tenemos aquí, con Carlo, el secreto desvelado, el secreto de su santidad, que no es solo el secreto de Carlo, sino el secreto de la santidad de todos los santos: la Eucaristía. Es una vida eucarística, una vida en la que se pone a Dios en primer lugar y se cuenta con la intercesión de la Virgen María, nuestra gran dispensadora de gracias y nuestra Madre Celestial, porque donde está el Hijo, también está la Madre.
Mencionas constantemente que ustedes no eran una familia practicante, “católicos de ocasión” les nombramos. En el caso de tu hijo Carlo, ¿qué crees que lo llevó a apasionarse por la vida de fe a pesar de esta situación familiar?
Yo pienso que Carlo ha nacido con esta predestinación espiritual, porque cuando era pequeño, tenía un fuerte deseo de entrar a las iglesias. Cuando caminábamos por la calle, saludaba a Jesús en la cruz. Además, él tenía una niñera que era de Polonia y asistía a una escuela donde se enseñaba el catecismo. Verdaderamente, Carlo, de su propio corazón, estaba muy interesado en la iglesia y veía una cruz en la pared a la que lanzaba besos. También tenía una devoción especial por la Virgen María. Yo pienso que Jesús augura a sus santos desde que son pequeños. Hay muchas historias de santos y sacerdotes que eran así desde su infancia. No es la primera vez que escucho esto. Ahora pienso que Carlo ha sido un salvador para mí, ya que yo estaba alejada de la fe. Mi familia era muy laica; mi padre era un editor que siempre estaba rodeado de periodistas y personas muy cultas, pero jamás se sentaba a hablar de fe. Asistí a una escuela católica porque vivía en el barrio central de Roma, y en la zona solo había escuelas católicas. Fui afortunada por ello, ya que hice mi primera comunión y la confirmación, que fue mi segunda comunión. Luego, me casé con mi marido, y cuando Carlo nació, mostró un desarrollo muy temprano en todo. Dijo su primera palabra a los tres meses y a los cinco ya hablaba. Yo decía que iba adelante en el tiempo, ya que a los cuatro años, ya leía y escribía. Lo mismo sucedió con la fe. Él me hacía preguntas muy profundas a las que no sabía cómo responder, lo que me dejaba frustrada.
Mi padre murió de un infarto a los 57 años, siendo muy joven. Yo era hija única y sentí un gran dolor que no esperaba. Dos meses después de su muerte, Carlo tuvo una aparición de su abuelo, quien le pidió que orara por él, ya que estaba en el purgatorio. En ese momento, me interesé más por la vida eterna, el destino de mi padre y qué podía hacer para ayudarlo. Afortunadamente, encontré a un sacerdote al que llamaban el «Padre Pío de Polonia», y en la primera vez que me recibió, sin conocerme, me dijo que tenía un hijo muy especial y que Dios tenía un gran proyecto con él. Al principio, no entendí esto completamente, pero después me confesó y empezó a revelarme todos mis pecados. Tenía el don del discernimiento de los espíritus, y fue una experiencia impactante para mí. Desde ese momento, mi conversión comenzó. Probablemente voy a ir al purgatorio porque es muy difícil ir al cielo siendo santos, es posible pero es más difícil.
A través de Carlo, comprendí que los sacramentos contienen la verdadera presencia de Dios y, sobre todo, la Eucaristía, que resultó ser el descubrimiento de mi vida. Antes, pensaba como una protestante y creía que la Eucaristía solo involucraba un simple símbolo, un trozo de pan. No entendía las cosas que sucedían en la Misa. Carlo me hizo comprender. A diferencia de la mayoría de los santos, cuyos padres son muy devotos y santos, en mi caso fue lo contrario. Mi conversión comenzó gracias a mi hijo Carlo, quien fue un instrumento de la Divina Providencia.
Antonia vivimos en un momento en que la sociedad quiere prescindir de Dios o cree en un Dios a su manera y detesta a la iglesia, ¿qué le dice Carlo a esta sociedad tan sufrida por esta situación?
Yo he pasado por esto, puedo hablar con conocimiento de causa en este caso. La Iglesia surge en el momento en que Jesús es crucificado y de su costado herido sale sangre y agua; así se convierte en el Sacramento de Salvación a través de los sacramentos, que son los signos eficaces a través de los cuales la Santísima Trinidad nos otorga la gracia para santificarnos. Esto es una verdad, ya que es una promesa de Dios que tiene un valor infinito, no como las promesas humanas que suelen ser subjetivas y a menudo incumplidas. Cuando Dios promete, su palabra tiene un valor infinito porque proviene de Él mismo.
Hay numerosas palabras en las que Jesús anuncia los sacramentos, incluso en el Antiguo Testamento, donde encontramos muchos pasajes en las Sagradas Escrituras que anuncian la Eucaristía, el bautismo y todos los sacramentos, especialmente la Eucaristía. Un ejemplo es el pasaje del pueblo saliendo de Egipto, donde la señal de la sangre protege a los vivos del ángel exterminador. Esto es una prefiguración de Jesús y de la Cruz, representada por la sangre del Cordero de Dios.
Además, vemos ejemplos como el episodio del profeta Daniel con los leones, quien sobrevive gracias al pan de la vida que un ángel le proporciona, prefigurando la Eucaristía. También encontramos al profeta Elías, que recibe pan de un ángel, lo que también prefigura la Eucaristía. Moisés en el desierto recibe el pan del cielo, pero Jesús declara que Él es el verdadero pan de la vida, diferente del que comieron sus padres en el desierto y murieron. Todo esto apunta a la Eucaristía, el pan que Jesús nos da, y es hermoso encontrar estas conexiones en las Sagradas Escrituras.
Por lo tanto, lo que puedo decir a los jóvenes es que no podemos considerar que, dos mil años después, estemos todos locos y desinformados. Por eso, los animo a seguir a Jesús, tienen que estudiar y conocer la vida de los santos y de las apariciones, así como de la Sagrada Escritura. Como decía San Jerónimo, no podemos permitirnos la ignorancia de las Escrituras, ya que sería una ignorancia de Jesucristo.
Tenemos la responsabilidad de hablar con conocimiento de causa. No podemos simplemente rechazar la fe diciendo «no creo», “este cura no me simpatiza”o criticar a la Iglesia por los errores humanos.Jesús no prometió una iglesia perfecta ni un mundo dorado. Más bien, aseguró que las puertas del infierno no prevalecerían contra ella. En medio del bien y el mal, Él nos prometió la vida eterna y nos ofrece su ayuda para alcanzar la santidad y el cielo, ya que Él es el pan vivo de la vida eterna.
Así, en un mundo donde coexisten el bien y el mal, no debemos esperar una realidad perfecta. Pero podemos perseverar en nuestra búsqueda de la vida eterna, porque Jesús nos garantiza su apoyo en nuestro camino hacia la santidad y la meta celestial. No prometió un mundo dorado, pero nos prometió el camino a la vida eterna, y eso es lo que verdaderamente importa.
Durante el tiempo en el que tu hijo Carlo vivió, también se apasionó por la informática y el diseño. Los jóvenes en las redes sociales lo ven como un intercesor en estos canales. Sin embargo, ¿no crees que la forma en que Carlo utilizó lo digital nos transmite un mensaje más profundo? En el sentido de que en ello refleja su conciencia de la importancia de la vida eterna.
Carlo utilizaba la informática para evangelizar porque él tenía mucha conciencia de la vida eterna, que es una cosa muy, muy importante. Existe el riesgo de ir al infierno, el purgatorio y el paraíso, y cada minuto que pasa es un minuto menos para santificarnos. La vida no es un juego, es una cosa muy seria en la que la mayoría de la gente pierde tiempo en cosas que no agradan a Dios.
Carlo enseñó catecismo durante cinco años y vio con sus propios ojos cómo la gente se alejaba de la fe. Observó que había colas de gente para ir a un concierto, ver a un influencer o un partido de fútbol, pero no para ir al tabernáculo.
Entonces, ¿qué pensó? Pensó en ayudar a las almas y creó esta exhibición sobre los milagros eucarísticos con el propósito de acercar a las almas a Dios y comprender que la eucaristía es la autopista hacia el cielo. En la eucaristía, está Jesús con su presencia real. El apóstol San Juan nos revela la esencia de Jesús, que es el amor. ¿Cuál es el secreto de la santidad? Es amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. A través de la Eucaristía, que es mi alimento y mi medicina de inmortalidad, Dios nos ayuda a aumentar nuestra capacidad de amar, de amar a Dios y a nuestro prójimo porque comemos la Fuente del Amor, comemos el amor en persona, que es Jesús. Ahora es el nutriente de nuestra alma porque el secreto del amor y para amar necesitamos la ayuda de Jesús, ya que solo Jesús puede abrir nuestro corazón y ayudarnos a ponerlo en primer lugar. Tenemos esta fuerza en el sacramento.
Carlo decía que somos más afortunados que aquellos que vivieron hace más de 2000 años cerca de Jesús, ya que podían ver a Jesús con los ojos, hablar con él, pero alrededor de Jesús siempre había multitudes, lo que dificultaba hablar con él. Nosotros somos mucho más afortunados, ya que podemos ir a la iglesia más cercana de nuestro barrio y tenemos a la Jerusalén con nosotros, así Carlo llamaba al tabernáculo. No es necesario ir a Jerusalén, ya que en todo el mundo hay un tabernáculo, la casa de Dios, una Jerusalén con nosotros. Ahora debemos visitar este tabernáculo con la misma devoción que cuando hacemos una peregrinación a Jerusalén, ya que Jesús está presente de manera real, y debemos aumentar nuestra fe en ello.
A menudo perdemos tiempo en cosas superficiales, como mirarnos en un espejo por nuestro aspecto físico o preocuparnos por cosas que no son importantes en comparación con la eternidad. Ahora debemos preguntarnos cuánto ponemos a Dios en el primer lugar de nuestras vidas y si realmente estamos viviendo de acuerdo con esto. Carlo decía que una vida exitosa no se mide por ser la persona más rica del mundo, el cantante o futbolista más famoso, sino por poner a Dios en primer lugar. Si no lo hacemos, nuestra vida será infeliz, sin importar cuán famosos seamos. Jesús nos ayuda a través de la Iglesia, la confesión, la Eucaristía y el sacramento de la unción de los enfermos, ya que todos somos espiritualmente enfermos. Carlo lo pedía cada año porque estamos heridos espiritualmente, y solo una vida de santidad puede curar esta herida. Hacer una vida de santidad no es fácil, pero hoy Jesús nos ayuda. El secreto de Carlo era la Eucaristía. Carlo decía que sin Jesús no podemos hacer nada, y esto es una verdad. Jesús debe ser nuestro Salvador en todo, y debemos amarlo con todo nuestro corazón. Cuando uno está enamorado, tenemos este amor, pero este tipo de amor siempre es una visión parcial, limitada del verdadero amor porque el verdadero amor solo viene de Dios. ¿Tenemos este latido por Dios? Esa es la pregunta. Carlo tenía este latido por Dios, y vivía verdaderamente para Dios. Ahora todos debemos vivir para Dios, y Dios nos bendecirá en abundancia. Si no ponemos a Dios en primer lugar en nuestra vida, esta no va en la dirección correcta.
Tengo la experiencia de tener adoración perpetua en mi parroquia y van pocos adolescentes y jóvenes. Creo que Dios está utilizando a Carlo para transmitirles un mensaje: que Él está allí como su mejor amigo. Tú que conocías perfectamente a tu hijo, con esta película en estreno, ¿cómo los acercarías a él para que conozcan, de la mano de Carlo, estos milagros eucarísticos? A veces, con nuestras palabras y comentarios, hacemos que Carlo parezca un testimonio inalcanzable para ellos. ¿Cómo les dirías a estos jóvenes que sí es posible alcanzar la santidad, que Jesús está presente en el santísimo y que tu hijo descubrió esto a su misma edad?
Cada uno de nosotros está llamado desde la eternidad a realizar este proyecto de santidad, único e irrepetible. La imprenta y lo digital son diferentes entre sí, lo que significa que cada uno de nosotros es especial y único. Debemos llevar a cabo estos proyectos de santidad.
La adoración eucarística perpetua es importante. ¿Por qué pasar tiempo frente a Jesús? Porque Carlo decía tres cosas. Primero, que cuando estoy frente al sol, llego bronceado, y cuando estoy frente a la Eucaristía, llego santo. Segundo, imaginemos que estamos en una habitación oscura. En cierto momento, un rayo de sol iluminará la habitación, revelando el polvo que normalmente no podemos ver a simple vista. Esto también sucede cuando hacemos la adoración eucarística. Jesús nos muestra nuestras heridas, el polvo de la vida, la herida de nuestra alma y las contradicciones que tenemos en nuestra alma, debido al pecado original que solo podemos curar con nuestra voluntad.
¿Queremos realmente sanar esta herida? ¿Queremos emprender un camino de conversión? La segunda cosa que Carlo decía es que Jesús nos ayuda con su luz. Él es una fuente de luz, como una cadena de reacciones nucleares cuando estamos frente a la Eucaristía.La tercera cosa que Carlo mencionaba es que es como cuando Moisés estaba frente a la zarza ardiente en el monte Horeb y rezaba por el pueblo de Israel. El pueblo ganaba las batallas cuando Moisés rezaba. Lo mismo sucede cuando hacemos la adoración eucarística. ¿Por qué? Porque estamos frente a Dios, que se esconde en la Eucaristía pero está realmente presente. Al igual que Moisés, nuestra cara se ilumina, ya que la luz de Dios llena nuestra vida.
Esto ocurre también cuando hacemos la adoración eucarística. Es muy importante, ya que gradualmente Dios nos ayuda a transfigurarnos, sanar nuestras heridas y avanzar en el camino de la santidad. La Iglesia declara que uno es santo, no porque tenga visiones, apariciones o locuciones, que son dones de Dios para los demás. Los santos, como el Padre Pío, Carlo Acutis, San Antonio de Padua y todos los demás, son declarados santos porque vivieron heroicamente las virtudes cristianas.
¿Qué son las virtudes? Son actitudes estables de la voluntad hacia el bien. Las principales son Fe, Esperanza, Caridad, Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza. Los milagros no son suficientes; la santidad implica vivir en la virtud y luchar contra el mal. Esto es posible, sobre todo con Jesús Sacramentado, que es una ayuda invaluable en nuestro camino hacia la santidad.
Debemos esforzarnos y resistir las distracciones para alcanzar la santidad. La vida de oración y la vida normal son paralelas, pero para ser un testimonio de Dios y ser luz en el mundo, debemos vivirlo en primera persona. Tenemos a nuestra disposición medios como la Eucaristía, la confesión, los sacramentos, el rosario, la Sagrada Escritura y la oración libre, incluyendo la adoración eucarística. Incluso en la era tecnológica, la mayoría de los periódicos siempre hablan en contra de la fe y el evangelio. Es muy difícil hoy resistir, pero a extremos males hay extremos remedios, que es Jesús Eucaristía. Eso es la respuesta del tercer milenio de Dios, el cielo, el latido del cielo, el cielo que se posa en nuestra vida. El cielo está siempre con nosotros a través de la Eucaristía; siempre tenemos a Dios con nosotros. Este es el gran descubrimiento de la vida. Si descubrimos esto, nuestra vida va a cambiar completamente.
Estuviste recientemente en la Basílica de Guadalupe, un testimonio extraordinario para los mexicanos, ya que es un acontecimiento que cambió nuestra historia y científicamente es impresionante. ¿Qué significa el mensaje de Guadalupe para ti? ¿Y si Carlo alguna vez mencionó algo sobre la Virgen de Guadalupe?
La Virgen de Guadalupe es una virgen eucarística que se muestra embarazada, es decir, el primer tabernáculo. Todos debemos ser tabernáculos de Jesús, ya que llevamos a la Santísima Trinidad en nuestro corazón, tenemos a Jesús en nuestro corazón y debemos hacer lo que hace la Virgen María cuando Jesús va a nacer. Ella cuida al niño, pero también lo coloca en un lugar muy cálido porque lo cuida. Este es el mensaje de la Virgen de Guadalupe: custodiar. Estoy embarazada y tengo a Jesús en mi corazón, al igual que tú. Debes ser también un tabernáculo de Jesús. Para mí, el mensaje de la Virgen de Guadalupe es un mensaje eucarístico, ya que la Eucaristía es la respuesta de Dios, El Niño Jesús es la respuesta a nuestra vida y a nuestros problemas.
En la exhibición de Carlo, se habla de la aparición de la Virgen de Guadalupe, porque Carlo pensaba de esa manera y le gustaba mucho. Es un signo increíble, al igual que la sábana santa, que son signos que trascienden el tiempo, ya que son signos sobrenaturales que tenemos en la Tierra. Aunque alguien no tenga fe, no puede evitar preguntarse cómo es posible. Naturalmente, es un signo que Dios nos da por su gran misericordia.
Por último, tú ya viste esta película, ¿qué podrías decirle a nuestros lectores para que se animen a verla en este estreno en México?
«El latido del cielo» no es una película de Hollywood con efectos especiales, la mayoría de las cuales son insignificantes desafortunadamente y no transmiten buenos mensajes. Esta es una película sencilla pero poderosa, ya que habla de los milagros eucarísticos, especialmente aquellos en los que la hostia se convierte en carne, como en el milagro eucarístico de Lanciano, donde la sangre tiene glóbulos blancos intactos. Esto es imposible, ya que después de diez minutos, los glóbulos blancos se destruyen. Todos estos signos y milagros, como los de Tixtla en 2006 en México, en 2008 en Polonia, en 2013 en Legnica, y otros lugares, incluido Buenos Aires, donde estaba el Papa Francisco antes de convertirse en pontífice, muestran el corazón de Jesús y su esencia.
Así como enviamos emojis de corazón, blanco, amarillo,rosa…, Jesús nos envía el emoji de su corazón para decirnos que está verdaderamente presente y que es el amor. Si lo recibes, tendrás vida eterna. Este es el mensaje. Aunado al mensaje de Carlo que prefería pasar tiempo en el tabernáculo que haciendo cola en las cosas del mundo, a pesar de ser bromista, hermoso, rico, inteligente y lleno de amigos. Él ponía a Dios en primer lugar, asistiendo a la misa diariamente, rezando el Rosario y realizando muchas obras de caridad, pensando siempre en los demás, especialmente aquellos que sufrían acoso escolar y a quienes se cruzaban en su camino cerca de su casa.
