En el Ángelus dominical del 12 de noviembre, el Pontífice expresa su cercanía a la región que sufre un conflicto desde hace siete meses y que está generando numerosas víctimas, millones de desplazados internos y refugiados. También invita a trabajar «en busca de soluciones pacíficas».
Por Antonella Palermo – Vatican News
«Hago un apremiante llamamiento a los responsables locales para que favorezcan el acceso a la ayuda humanitaria y, con la contribución de la comunidad internacional, trabajen en la búsqueda de soluciones pacíficas»
Después de la oración mariana dominical, el Papa Francisco expresa cercanía a las «queridas poblaciones» de Sudán que, desde hace varios meses, están «inmersas en una guerra civil que no empieza a apagarse».
No olvidemos a estos hermanos a prueba
Francisco exhorta a no olvidar «estos hermanos nuestros que están a prueba» y denuncia que el conflicto en el país africano está generando enormes daños:
Está provocando numerosas víctimas, millones de desplazados internos, refugiados en los países limítrofes y una gravísima situación humanitaria.
De hecho, después de siete meses de guerra, las últimas noticias sobre el terreno nos ponen al día sobre las acusaciones recíprocas de responsabilidad por los ataques perpetrados en Sudán entre los dos beligerantes, el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF): las últimas se refieren a la destrucción, ayer por la mañana, 11 de noviembre, de un puente estratégico que conecta dos suburbios de la capital Khartoum.
La ONU: situación horrible y sombría
El enlace Shambat entre la ciudad de Bahri, al norte de Jartum, y Omdourman, en la periferia occidental, ha sido destruido. En el país africano se teme que se repita el mortal conflicto étnico de Darfur hace veinte años. Clementine Nkweta-Salami, coordinador humanitario residente de las Naciones Unidas para Sudán, declaró en una conferencia de prensa de la ONU, que «la situación es horrible y sombría». Los combates continúan a pesar de que las partes en conflicto han firmado una declaración tras las conversaciones de paz en Jeddah, en Arabia Saudí, comprometiéndose a proteger a los civiles y proporcionar un acceso humanitario, sin obstáculos, a los 25 millones de personas que necesitan asistencia. Los generales en guerra se han comprometido a crear un Foro humanitario, con la participación de las Naciones Unidas. El sector sanitario está diezmado, con más del 70 por ciento de las estructuras fuera de servicio. Resultan focos de cólera, dengue, malaria y sarampión. » Lo que vemos es un aumento del hambre», dijo el coordinador humanitario. Cerca de 12 millones de personas reciben ayuda de las Naciones Unidas, la mitad de la que la necesitan. El llamamiento es a los donantes para que asignen fondos adicionales a la población.
Asesinatos generalizados, abusos, violaciones de los derechos humanos
La funcionaria de la ONU para Sudán se refirió tambièn al temor de que el conflicto desencadene una situación similar a la de Darfur donde alrededor de 300.000 personas murieron y 2,7 millones fueron expulsadas de sus hogares. Darfur se ha convertido en sinónimo de genocidio y crímenes de guerra, y el temor, en las cumbres de las organizaciones internacionales, es que las noticias de asesinatos generalizados, violaciones y destrucción de pueblos en Sudán epliquen lo que ya sucedió horriblemente en el pasado. Nkweta-Salami afirmó que estaba particularmente afectada por la violencia contra las mujeres, «en algunos casos las jóvenes fueron violadas frente a sus madres», también por los relatos desgarradores de ataques y violaciones de los derechos humanos por parte de los refugiados que huyeron de Darfur al vecino Chad.
Imagen de Daniel Hadman en Pixabay