Por P. Fernando Pascual
Puede parecer ciencia ficción, pero tal y como va el mundo en un futuro quizá no lejano surgirá la propuesta de poner en marcha “reservas” para conservar en sus características autóctonas a “occidentales” convertidos en minoría, sobre todo en Europa.
En algunos lugares del planeta ya existen reservas de pueblos calificados como indígenas. Se busca, a través de esas reservas, que esos pueblos conserven su identidad, sus idiomas, sus costumbres.
Quizá algún día en rincones de Francia, de Alemania, de España, de Italia, llegarán a organizarse reservas para “indígenas” europeos, hombres de una cultura de origen cristiana que habría sido superada por la llegada de millones de personas de pueblos y culturas diferentes.
¿Cómo sería una reserva occidental? Quizá no tendría un patrón común, pues resulta fácil imaginar que una reserva con españoles autóctonos sería bastante diferente de una reserva con italianos “doc” o con franceses de varias generaciones.
Para algunos una reserva occidental podría caracterizarse por elementos cristianos, pero basta con observar cómo viven actualmente muchos occidentales autóctonos para reconocer que en sus principios y sus costumbres el cristianismo ha quedado ya muy irreconocible.
Desde luego, la pregunta clave antes de poner en pie una reserva occidental, sería parecida a la que se formuló al establecer reservas para pueblos autóctonos de América: ¿qué ganarían esas personas si les aislamos y “marginamos” del resto de pobladores de sus Estados?
También habría que preguntarse en qué resultaría conveniente, para los que llegasen a ser pobladores de Europa venidos de otras culturas, “proteger” a los occidentales minoritarios en reservas donde pudieran conservar sus costumbres.
El tema puede parecer un experimento mental sobre algo que muchos ven como lejano en el tiempo. Pero permite, por un lado, reflexionar sobre el sentido de reservas indígenas que todavía siguen en pie en varias zonas del planeta; y, por otro, ayuda a abrir los ojos ante la posibilidad de que un día los “occidentales” lleguen a ser minoría en sus propios territorios, y la mejor manera de ayudarles en lo que permanezca de su cultura autóctona…
Imagen de Susann Mielke en Pixabay