Por Mary Velázquez Dorantes

Corría el año 2001 en la parroquia La Divina Providencia en Ezequiel Montes, la misa dominical de la tarde era presidida por su párroco, el sacerdote Jorge López Colín. El sermón de ésta fue dedicado a El Observador El semanario se promovía con entusiasmo durante todas las misas de domingo, y en esa ocasión el padre Jorge expresó:

Somos privilegiados de contar con un periódico católico, los invito a ser fervientes lectores de un medio que nos ayudará a comprender el Evangelio en la vida social de nuestro México. Al leerlo encontrarán los signos de la evangelización, pero no sólo éstos, sino que también escucharán las voces de sus periodistas y profesionales de diferentes temas

¿Cuál es el deber de un buen católico? Informarse correctamente, con medios al alcance de la verdad y la pluralidad de los hechos, mi tarea como guía de la parroquia es ayudarlos a tener herramientas para entender la fe católica, pero también a tener herramientas de conocimiento que los inspiren a comprender los problemas de nuestra nación, que los ayuden a reflexionar sobre los sucesos de la vida en el seno religioso.

Sus profesionales están a cargo de una tarea difícil y compleja: informar con ética y conocimiento. Cuando en los avisos parroquiales le invito a comprar el periódico, no piensen que es por ingresar ganancias, más bien porque estamos frente a un fenómeno de cambio, tenemos una prensa católica, y eso nunca ha sido fácil.

La tarea de compartir la verdad también incluye a los medios de comunicación, El Observador es un medio que nos ayuda a la comprensión de dicha verdad, y da apoyo a un buen laico, informado, con conocimiento de causa, porque también es un deber del laico estar en sintonía con su fe.

La prensa católica que hoy podemos leer es un signo de identidad del cristiano, en las páginas de este semanario podemos comprender los cambios profundos por los que está pasando nuestra sociedad, pero además sabemos que sus periodistas están dotados de capacidades profesionales para narrar cada una de las problemáticas y acontecimientos de nuestro México.

Es por ello por lo que los insto a convertirse en lectores y así nutrir su fe y el conocimiento que de ella emana.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 25 de febrero de 2024 No. 1494

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