Por Julieta Appendini
En Ayuda a la Iglesia Necesitada, queremos compartir contigo una preocupación urgente: la situación de los niños en el mundo, pequeños héroes que luchan en silencio, sin voz ni recursos para cambiar su destino.
Hoy, 149 millones de niños menores de cinco años sufren de retraso en el crecimiento debido a la desnutrición crónica, y aproximadamente 258 millones de niños y adolescentes en edad escolar no asisten a la escuela por pobreza, falta de infraestructura educativa o conflictos armados en sus regiones.
Imagina, por un momento, la ansiedad, la soledad y la tristeza que estos pequeños deben enfrentar todos los días. Aún más desgarrador es el hecho de que 36.5 millones de niños están desplazados de sus hogares debido a la violencia, la persecución religiosa y otras crisis. Las niñas cristianas son especialmente vulnerables, siendo señaladas para matrimonios forzados, violencia sexual y, en algunos casos, son vendidas como mercancía para castigarlas por su fe.
Cada uno de estos números representa una historia de un niño o una niña que merecen un futuro más brillante y lleno de esperanza. ¿Qué podemos hacer para cambiar esta realidad?
Ayuda a la Iglesia Necesitada enfoca sus esfuerzos, para que junto contigo ellos puedan tener acceso a una vida mejor, y por supuesto acceso a una formación cristiana que les permita ser constructores del Reino de Dios.
Cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia. Imaginemos el impacto transformador que podemos lograr al unirnos y brindar nuestra oración, acompañamiento y apoyo a los pequeños más vulnerable.
Cada oración y ayuda, puede alimentar el hambre, curar heridas invisibles y proporcionar un refugio seguro para los niños en el mundo. Te invitamos a poner tu granito de arena para construir un futuro donde tengan la oportunidad de ser feliz y florecer. Tu donación y oración cambia vidas.
Conoce los proyectos que Ayuda a la Iglesia Necesitada tiene para los niños en el mundo.
Ayuda a la Iglesia Necesitada, Fundación de la Santa Sede, fue promovida por el Papa Pío XII e iniciada por P. Werenfried van Straaten en 1947, para ayudar pastoralmente a la iglesia necesitada o que sufre persecución en cualquier parte del mundo. Cuenta con 22 oficinas nacionales y apoya proyectos en más de 140 países del mundo, incluido México.