Por Mary Velázquez Dorantes

El trabajo educativo en los centros católicos está regido por la excelencia y el desarrollo integral de los estudiantes, que estos aprendan y adquieran nuevos conocimientos, desarrollen mejores competencias y habilidades, identifiquen sus valores morales, un trabajo afectivo y un crecimiento en su fe. Dentro de este ámbito existen grandes exponentes de la pedagogía católica que han vuelto referentes para los modelos educativos, entre ellos se encuentra San Juan Bosco, Santa María Mazzarello, San Juan Bautista de La Salle, San Marcelino Champagnat entre otras figuras que inspiraron a profesores y educadores.

Su pedagogía ha transformado la educación y ha roto paradigmas con respecto a la enseñanza-aprendizaje. El niño es un ser que debe explorar sus cualidades individuales, debe aprender a observar su cotidianidad y cada método que se use debe estar basado en el afecto. Este es el principio de la pedagogía católica.

PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS CATÓLICOS

La pedagogía católica está orientada a comprender que el estudiante tiene un alma, es decir, una causa espiritual que ejerce potencialidades y grandes facultades. Las escuelas católicas utilizan enfoques y principios que incluyen la vida y la actividad humana voluntaria, el esfuerzo moral, las actividades lúdicas del niño, el desarrollo de sus facultades, los principios de atención y razón, así como la educación de sus sentidos.

Uno de los modelos vigentes es el desarrollado por María Montessori donde el niño aprende a leer, escribir y contar antes de los seis años edad. Es la primera en usar un material pedagogo y las cualidades didácticas y su principio relevantes es la actividad intelectual y el desenvolvimiento moral del niño. Otro de los modelos vigentes es el modelo Lasaliano, donde la experiencia de formación integra los recursos pedagógicos, los ambientes presenciales y virtuales fomentando un espíritu genuino en los estudiantes y el estado de la lengua vernácula.

ATENCIÓN FOCALIZADA

La herencia de Simone Weil a la pedagogía cristiana es vital en la actualidad, puesto que es una práctica donde el alumno focaliza la atención de su pensamiento, y este se une al corazón del estudiante. Su método es comprender las imágenes y los símbolos, no interpretarlos sino mirarlos hasta que brote una idea, esta autora influye en los modelos a partir de la clave cristiana, donde la oración está hecha de atención.

Otro aspecto que se destaca es que la escuela debe ayudar no solo a obtener buenas notas, o aprobar los exámenes, sino que esta debe ayudar a formar la atención, y el buen uso de la vida espiritual. En la actualidad algunos modelos educativos ponen en práctica el pensamiento de Weil a través de las resoluciones de problemas en materias de geometría, usando ejercicios concretos para que el estudiante se concentre y esté atento a la resolución de problemas.

EDUCACIÓN INDIVIDUALIZADA

El proceso educativo es un acto espiritual por el que educador y educando poseen en común bienes espirituales y objetivos (valores y conocimiento), ese el principio de Edith Stein: un rasgo de la pedagogía católica en la actualidad llevada a cabo por escuelas marianas en niveles de preescolar y primaria, su tendencia es la educación personalizada e individual, donde se le ayuda al niño a desarrollar su libertad, y asumir el proyecto de vida, poniendo el servicio comunitario de por medio.

En los colegios marianos los grupos son pequeños para brindar una educación individualizada al estilo de Stein. La lectura pedagogía les ayuda a comprender qué es la persona desde muy pequeños, los forma en una educación humanizada y la base de la educación es el individuo en toda su persona y su relación con la justicia. El propósito es educar para entrar en el terreno de lo sagrado y acercar el alma a Dios.

CARACTERÍSTICAS COMPARTIDAS

Si se busca identificar algún modelo pedagógico católico en las escuelas, estos son algunas características que comparten:

  • Educación, formación en enseñanzas cristianadas.
  • Desarrollo de habilidades y capacidades a través del juego.
  • Desarrollo de la cultura humana a través del evangelio.
  • Estimulación de la mente y el espíritu de acuerdo con los entornos sociales.
  • Activación física e intelectual.
  • El rol más activo es el del estudiante.
  • Los educadores van al ritmo de los estudiantes.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 28 de julio de 2024 No. 1516

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