Por Rebeca Reynaud
Una sociedad avanzada es la que logra evitar la soledad de los ancianos, la que cuenta con médicos que saben cuidar cuando ya no pueden curar, la que ofrece los cuidados para dominar el dolor. En cambio, legalizar la eutanasia es una declaración de derrota social.
Se dice que la eutanasia es una muerte dulce porque se parte de un error: si cabe la posibilidad de sufrir, cabe la posibilidad de saltarme esa etapa de la vida porque “no me gusta y no la quiero”. Eso es signo de materialismo. El dolor y el esfuerzo son dimensiones de la vida, no son un obstáculo para la vida. La persona que acepta el sufrimiento llega a vivir más humanamente que la que no acepta esas dimensiones, porque el dolor hace madurar a la persona. Es imposible evitar el dolor, además, quien lo evita tampoco será feliz.
TIPOS DE EUTANASIA
Eutanasia activa es la acción tomada con el propósito de causar o acelerar la muerte.
Eutanasia pasiva (negativa, indirecta) es una acción oculta que tiene el propósito de acelerar o causar la muerte. Incluye la negación u ocultamiento o el retiro de medidas ordinarias, incluyendo la comida y la bebida y la oxigenación. Ejemplos de este tipo de eutanasia son los millones de niños recién nacidos discapacitados en China, a quienes les es retirada la alimentación (eutanasia neonatal).
El Dr. Richard Stith sugiere 3 argumentos a favor de la eutanasia, y sus respuestas:
1) Que muera porque no es viable: la inviolabilidad del ser humano no depende de su viabilidad, sigue siendo «alguien». No cambiamos de especie si perdemos una de las facultades humanas. La estrategia que siguen los pro eutanasia es que no atacan a la persona misma sino a su vida. Los que promueven la eutanasia alegan que les tienen mucha simpatía y que los beneficiarán. Argumentan con un dualismo: la vida como mala y la voluntad como buena.
2) Se pueden omitir medios para sostener una vida. La desconexión de una inyección intravenosa en realidad no es una omisión sino una acción. La inyección mortífera es una acción. La realidad es que no hay una diferencia absoluta entre omisión y acción.
3) La gente sana tiene el derecho a suicidarse. Los que están enfermos no siempre pueden ejercer su derecho a morir. Se busca su fundamento en el derecho a morir, derecho que no existe. No es un derecho aprobado por la ley. Al perder facultades, el ser humano no cambia de especie.
Lo más esencial es muy simple: Destruir una vida humana siempre es destruir a «alguien«. Está en juego la inviolabilidad de la vida humana y de la igualdad. Se habla de «derecho a morir» cuando en realidad es derecho a que te maten.
En términos legales hay derechos que son irrenunciables por razón de interés y de orden público, de no ser así, la sociedad sufriría un menoscabo. La vida es un bien jurídico primario. En Colombia se debatió y se decía que la libertad era el primer derecho. ¿De qué sirve la libertad sin la vida?
La eutanasia ¿es un acto de piedad o un delito? muchos dicen que es un acto de piedad pero mal entendido. Se evalúa la muerte únicamente desde el punto de vista utilitario. En realidad, el rechazo a la vida es ajeno a la cultura mexicana donde siempre se ha tenido un gran cariño a los enfermos, y se ha descubierto el valor de los ancianos. En África se les valora más que en otros continentes, allí se dice que la muerte de un anciano es como la desaparición de una biblioteca.
Cuando el gobierno se convierte en “Dios” se echa a perder todo. Los políticos dicen estupideces porque no leen. Un político ignorante el peor que un criminal porque aprueban leyes que permiten el crimen. La familia es la causa del bienestar social. En ella se nace, se vive y se muere como persona. La familia es el lugar privilegiado donde se da la persona humana; es esencia de la propia existencia.
¿Por qué la vida es un derecho al que no se puede renunciar? Porque es el primer derecho, del que derivan los demás. Tendríamos que cancelar las constituciones. A partir de la dignidad humana tenemos libertad. No todo acto humano es digno.
En Italia, el doctor Puccetti afirma que “como ha sido pragmáticamente reconocido por uno de los socios de la ‘British Medical Association’, es mejor equivocarse haciendo vivir a una persona un poco más que un poco menos; pensar en la cronología perfecta por ley de la muerte de las personas es jugar a hacer de Dios, pero esto es una locura”.
Existen los cuidados paliativos como una buena opción. Ofrecen mejorar la calidad de vida de enfermos que padecen una enfermedad grave o terminal.