Por Mary Velázquez Dorantes

Los católicos dedicamos a las Sagradas Escrituras, ¿por qué? ¿Qué sentido tiene la Biblia en el hogar y la vida espiritual del cristiano? A continuación, te explicamos cómo el Evangelio es el lugar de encuentro de oración para este mes.

ORIGEN Y SIGNIFICADO

Un 30 de septiembre san Jerónimo dedicó su vida al estudio, traducción y oración a la Biblia que se encontraba en latín. Este santo se encargó de traducirla del griego y el hebreo al latín. Su traducción se llamó La Vulgata, que significa “edición para el pueblo”, y esta versión fue declara en 1546 en el Concilio de Trento como la edición auténtica de la Biblia para la Iglesia Católica. En el año 382 San Jerónimo corrió la versión latina existente del Nuevo Testamento y en el año 390 comenzó a traducir el Antiguo Testamento. San Jerónimo es llamado el padre de la exégesis bíblica, gracias a su traducción e interpretación de las Sagradas Escrituras.

La técnica que utilizó fue el uso del latín eclesiástico. Actualmente es considerado uno de los Padres de la Iglesia y no sólo santo en la iglesia católica, sino también en otras iglesias. Es por ello que cada 30 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Traducción, y para nosotros los católicos es el mes de la Biblia.

RAZONES Y FORMAS PARA LEER LA BIBLIA

Otras de las interrogantes que nos planteamos es cómo iniciar la lectura de las Sagradas Escrituras. Quizás nos preguntamos cuál es el orden de lectura que debemos seguir, o si debemos ejecutar un plan de interpretación paso a paso. Para comenzar a hacerlo es importante saber que la Biblia cuenta con 73 libros, con estilos y formas diferentes, escritos en diferentes períodos del tiempo y por autores diferentes.

El libro uno es el Génesis, pero como los otros libros no se explica por sí mismo, por eso es importante que comprendamos que la Biblia católica es una invitación de diálogo con Dios y que cada fragmento es un llamado de conversación. Se divide en Antiguo y Nuevo Testamento. Si tu intención es adentrarte al mensaje de la Salvación puedes comenzar con el Nuevo Testamento, si lo que estas buscando es inspiración, sabiduría y consejo puedes ir a los libros del Antiguo testamento como son Proverbios, Eclesiástico y Sabiduría. Lo importante es tener claro qué tipo de diálogo queremos entablar con el Señor, para luego así recurrir a sus palabras.

DESPACIO Y CON MEDITACIÓN

A veces queremos devorarnos los textos, todos suelen ser importantes y maravillosos, pero es momento de hacer una pausa, tomar tu Biblia en un tiempo de calma y serenidad, para luego así vivir la experiencia. No te desesperes leyendo de corrido. Busca un libro que te interéseme, pon atención en un versículo, medita el mensaje, pide claridad al Espíritu Santo para poder interpretar y comprender cada fragmento.

Puedes realizar una breve lectura diaria después de tu jornada del día. Hay quienes nos recomiendan comenzar por los Evangelios, ya que ello permite adentrarnos a las enseñanzas de Jesús. Otros sugieren los Salmos porque nos conducen a la oración. Sin embargo, no se trata de leer rápido y acabarla, sino de obtener un encuentro íntimo. Puedes buscar pequeños pasajes de la Biblia en un primer momento, o puedes buscar versículos sobre el consuelo y el amor de Dios.  Lee un capítulo a la vez, no te abrumes y desesperes. Mediata en paz.

CONSEJOS PRÁCTICOS

Busca un momento del día en calma.

Tu Biblia debe ser una versión católica latina.

Puedes subrayar y colocar notas personales.

Escoge un libro de los 73 y léelo durante una o dos semanas.

Si no tienes una Biblia impresa, puedes descargar una versión digital, por ejemplo, Glorify.

Puedes hacer lectura en voz alta de fragmentos pequeños.

Puedes compartir con los niños o miembros de tu familia algunos versículos.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 15 de septiembre de 2024 No. 1523

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