Por Ana Paula Morales

Tais Gea, consagrada del Regnum Christi y experta en iconografía bizantina, ha dedicado su vida a plasmar la belleza espiritual de Dios a través del arte. Desde que comenzó a pintar, en el verano de 2014, su obra ha sido una manifestación tangible de su profunda conexión con lo divino. “Encontré en la pintura una manera de mostrar la belleza del amor de Dios y su obra en el corazón del hombre”, comenta Gea al recordar sus primeros pasos en el arte sacro.

La trayectoria artística de Tais está íntimamente ligada a su vocación religiosa, la cual descubrió después de una experiencia profunda del amor de Dios Padre. “Al sentirme tan amada por Dios, no pude más que responder a ese amor entregándome por entero a Él”, afirma, explicando cómo su consagración en el Regnum Christi y su arte se complementan perfectamente. Para ella, sus iconos son una forma de desvelar la belleza insoldable de Dios y hacer presente el Reino de Dios en la tierra.

Uno de sus más recientes proyectos fue la creación de una serie de iconos para la capilla del Colegio Highlands, al sur de la Ciudad de México. En el mes de septiembre pasado se bendijeron los iconos que narran la historia sagrada, desde la creación hasta la Resurrección de Nuestro Señor. Tais dedicó un año y ocho meses a pintar estas obras que ahora adornan y enriquecen espiritualmente el colegio, mostrando la gloria de Dios a través del arte bizantino.

A lo largo de su carrera, Tais ha pintado para parroquias y capillas en México, además de ilustrar libros e iconos para el culto privado. Su estilo, profundamente arraigado en la tradición bizantina, es una herramienta de oración contemplativa. “El icono favorece una oración de presencia”, señala, subrayando la capacidad del arte sacro para conectar al espectador con lo divino.

Entre sus proyectos recientes se encuentran la creación de una capilla del Santísimo en Querétaro y la posibilidad de fusionar la iconografía bizantina con la espiritualidad de la comunidad rarámuri en la Sierra Rarámuri. Este último proyecto, todavía en fase de planificación, representa una oportunidad única de integrar dos tradiciones espirituales en una misma obra.

Tais también comparte su conocimiento y pasión a través de su taller “Dejarse Mirar por Dios”, donde los participantes no solo aprenden la técnica del icono, sino que experimentan una relación espiritual a través de la imagen de Cristo o la Virgen. “Nos hace tener una experiencia de Dios”, concluye, agradecida por la oportunidad de compartir este arte lleno de misticismo y devoción.

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Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 13 de octubre de 2024 No. 1527

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