Por Miguel Ángel Blázquez

La vida de Edith Stein bien podría ser el guion de una película de Hollywood. Nació en 1889 en el seno de una familia judía en Alemania y en 1935 tomó el hábito del Carmelo adoptando el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz. Junto con su hermana Rosa fue conducida a un campo de concentración, por su condición de judía. Fue asesinada en la cámara de gas.

En 1998 la canonizó San Juan Pablo II y la Iglesia la celebra el 9 de agosto.

Pedro José Grande Sánchez (Madrid, 1976) profesor de la Facultad de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid ha escrito un libro sobre la santa alemana que se titula: Edith Stein, servir a la humanidad (Vozdepapel Premium). Ha sido investigador visitante del Archivo Edith Stein (Köln), y sus trabajos están dedicados, sobre todo, al pensamiento filosófico, donde destaca su interés por la “Escuela de Madrid”. Con él charlamos.

–DE EDITH STEIN SE HABLA MUCHO, PERO ¿SE LA CONOCE TANTO?

Edith Stein fue una filósofa que vivió en la primera mitad del siglo XX. Llegó a ser la primera mujer en Alemania en hacer un doctorado en Filosofía y nada menos que con Husserl, autor de las Investigaciones Lógicas y fundador de la Fenomenología. Además, sintió la llamada de Dios, de un modo radicalísimo, lo que le llevó a convertirse al catolicismo y, posteriormente, a abrazar la vida consagrada y de clausura en las Carmelitas Descalzas.

Sufrió la cruz y contradicción en su carne y alma por ser fiel a la Verdad. Ahora bien, no sabría decirle si se habla mucho o poco de ella, me inclino a pensar más bien por lo segundo. En todo caso, de lo que no me cabe duda es de que su pensamiento sigue siendo, en términos generales, no muy conocido.

– ¿QUÉ NOVEDADES PODEMOS ENCONTRAR EN ESTE TRABAJO RESPECTO A OTROS ENSAYOS SOBRE LA FIGURA DE STEIN?

Mi deseo con este trabajo es que se hable un poco más de Edith Stein y que su pensamiento pueda conocerse un poco mejor. Por otro lado, no hay que olvidar que la filósofa se convirtió, sin pretenderlo, en una mística. Pues bien, esto es lo que se puede encontrar en este pequeño libro publicado por Voz de Papel Premium, dicho sea de paso, bellísimamente editado.

– ¿QUÉ APORTA SU TRABAJO A LO YA DICHO SOBRE SU VIDA Y OBRA?

Bajo mi humilde opinión, lo que he intentado mostrar es una perspectiva diferente de su vida y obra. La trayectoria de una joven que vive alejada de Dios y que se interesa por la filosofía. Se trata de un trabajo que indaga y profundiza en sus raíces vitales e intelectuales antes de su conversión.

– EN SU LIBRO HAY TRES PARTES MUY BIEN DIFERENCIADAS Y UN APARATO BIBLIOGRÁFICO MUY DETALLADO. ¿PODRÍA HABLARNOS BREVEMENTE DE ESTA ESTRUCTURA?

Mi deseo es incitar, abrir horizontes, para que los lectores que así lo deseen, puedan seguir caminando con Edith Stein. Por eso, el trabajo se abre con una cronología detallada sobre su biografía, una segunda parte que es un ensayo dedicado al problema de la empatía y, por último, una selección de 154 textos breves, entresacados de sus cartas y autobiografía, que, sin duda, son, como digo en la introducción, el auténtico tesoro de este pequeño trabajo.

– ¿EDITH STEIN FEMINISTA? ¿SE TRATA DE UNA ETIQUETA PARA VENDER MÁS HOY O REALMENTE FUE UNA MUJER COMPROMETIDA CON EL FEMINISMO?

Hoy existe una inflación de esta etiqueta. El feminismo actual nada tiene que ver con el movimiento por el que muchísimas mujeres, como Edith Stein, lucharon a lo largo de la historia. Como dije nada más empezar la entrevista, ella fue la primera mujer en recibir un doctorado en Alemania en 1916. Hoy esto parece lo más normal del mundo, pero no así en su época. Su trabajo como asistente de Husserl no fue nada fácil. Y su brillante trayectoria académica se vio frustrada simplemente por ser mujer. No consiguió romper, como se suele decir, el techo de cristal, y no pudo acceder a una cátedra universitaria.

Desde muy pronto fue una declarada feminista y, con el tiempo, se dio cuenta de que lo esencial de este asunto consistía en profundizar en una fundamentación antropológica. Edith Stein formó parte de la “Asociación de Profesoras Católicas” de Alemania, mujeres a las que les unía no sólo su interés por la educación y la cultura, sino también por la política. A partir de aquí nacieron sus numerosos trabajos (escritos y conferencias) dedicados a la formación de la mujer y a su vocación específica.

– SU ENTRADA EN EL CARMELO. ¿ES FRUTO DE UNA CONVERSIÓN RADICAL O ES LA CULMINACIÓN DE UN CAMINO VOCACIONAL?

Edith Stein decía que todo depende en nuestra vida de ir comprendiendo cuál es la voluntad de Dios. Cada vida es un camino único e irrepetible. ¿Conversión radical? Para cualquier cristiano cada día supone una “conversión radical”. Ella tuvo la gracia de saber discernir que su camino de santificación para amar y servir –camino al que, por otro lado, estamos llamados todos los cristianos– se encontraba en el Carmelo.

Se reproduce con permiso de ReL.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 13 de octubre de 2024 No. 1527

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