Con la firma, figuras clave del ámbito político, educativo y eclesial buscan impulsar políticas públicas orientadas a la reconstrucción del tejido social en la Diócesis de Querétaro.
Por Juan Diego Camarillo
El pasado 25 de octubre autoridades de la Iglesia, del Estado y la sociedad civil, se reunieron en el Instituto La Paz para la firma del compromiso para políticas públicas con enfoque de paz, un acto que fortalece el proyecto iniciado en el 2021 y que busca la reconstrucción del tejido social y fomentar la reconciliación que acreciente la esperanza del pueblo de Dios.
Este hecho supone crear sinergias entre el trabajo de las asociaciones civiles y religiosas, por un lado, y los planes municipales de desarrollo y las agendas legislativas correspondientes.
El evento, organizado por el Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV), tuvo como propósito comunicar las inquietudes que están en el corazón del obispo de Querétaro, Mons. Fidencio López Plaza. Expresando su profunda preocupación ante los desafíos que enfrenta la diócesis en áreas complejas como la violencia, el cuidado de la casa común, la salud mental, la violencia contra la mujer y tantos otros. Frente a estas problemáticas, el obispo hizo un llamado a las autoridades presentes –incluyendo presidentes municipales y diputados– a mirar con valentía el sufrimiento y las heridas que afectan a las comunidades.
Durante el encuentro, un equipo interdisciplinario, junto con la iglesia queretana, reflexionó sobre el contexto actual y destacó que una solución genuina hacia la paz no se logra únicamente profundizando en el análisis de la violencia. En su lugar, la respuesta al camino hacia la paz se encuentra en la búsqueda de lo bello, lo justo y lo verdadero. Se enfatizó la importancia de centrarse en la problemática local, sin perder de vista el contexto nacional, pero abordando primero los problemas propios de la región para construir un sentido de «nosotros» que supere la fragmentación que causa obstrucción a las soluciones concretas.
La promoción de la dignidad de la persona, entendida como pilar fundamental para fortalecer a la familia y la sociedad, fue señalada como un compromiso prioritario para la comunidad queretana, en conjunto con el método de la fraternidad, que refleja el momento eclesial de sinodalidad que se vive actualmente.
Este encuentro iluminó el concepto de un estado laico colaborativo, que respeta la separación entre iglesia y estado, pero reconoce el valor de su cooperación en la esfera pública. Se destacó que el bien común también puede generarse desde iniciativas basadas en la fe.
Asimismo, se extendió una invitación a fortalecer el Estado de Derecho, ya que sin esta base es imposible avanzar hacia el camino de paz y justicia que la Iglesia y quienes se comprometen con ella anhelan construir.
La Iglesia en Querétaro busca provocar a la sociedad y a los actores políticos y educativos a establecer un diálogo profundo. No se trata solo de propiciar un momento de encuentro, sino de fomentar un intercambio de ideas que resulte verdaderamente beneficioso para los ciudadanos.
Esta convocatoria nos recuerda, como dijo el obispo, “que el verdadero amor y fraternidad no excluyen a nadie”. Hoy, más que nunca, es necesario apostar por el amor humano y por un paradigma de fraternidad universal. En la esperanza y en la unión de corazones se encuentra la fuerza para construir juntos una cultura de paz.