En conferencia de prensa, los Obispos de México expresan su alarma ante el aumento de la ‘cultura de la muerte’

Por Miriam Apolinar

“Nos preocupan profundamente nuestras comunidades afectadas por la cultura de la muerte, que se manifiesta en la violencia, la impunidad, el crimen organizado, la crisis en diversas instituciones, la pobreza y el deterioro ambiental de nuestra Casa común”, fue el llamado expresado por los Obispos de México durante una conferencia de prensa, en el marco de la CXVII Asamblea Plenaria.

En su tradicional mensaje dirigido al Pueblo de Dios, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), también expresó su preocupación por las iniciativas que intentan desconocer el valor sagrado de toda la vida humana desde su concepción. En este contexto, afirmaron que “este derecho fundamental no es negociable” y subrayaron que «la defensa del inocente no nacido debe ser clara, firme y apasionada, porque en ello se juega la dignidad de la vida humana, siempre sagrada».

En este contexto, Mons. Héctor Mario Pérez Villarreal, nuevo secretario general de la CEM, afirmó que, si no se defiende la vida desde su concepción hasta la muerte natural, se ha fallado como sociedad, ya que no hay lugar para negociaciones en este tema. «A la vida se le respeta y no es negociable, quien no lo haga está a favor de la muerte. No hay negociación para ella, este don es invaluable y no está sujeto a ideologías ni a simples opiniones políticas, no es negociable”, subrayó.

Además, respaldaron a los grupos y líderes pro vida que lucha por este don universal y expresaron su solidaridad y oración para cada uno de ellos. Por lo que, llamaron en conjunto con la sociedad y fieles laicos, a fomentar el tejido social tan dañado por la violencia, a fomentar el diálogo con las nuevas generaciones, transmitiendo los valores cristianos y el valor sagrado de la vida. Así como, caminar juntos en la defensa y promoción de la vida humana, creando condiciones sociales y estructuras de apoyo que acojan y protejan tanto a las madres como a sus hijos por nacer.

Por otro lado, Mons. Ramón Castro Castro, presidente de la CEM, afirmó que la Iglesia continuará construyendo una comunidad «en salida», que escucha, dialoga, se acerca y es solidaria, comprometida con la promoción de la paz, la justicia y la reconciliación. Además, destacó el papel crucial de la mujer como fuerza transformadora tanto en la sociedad como en la Iglesia. «Es extraordinario ver a una mujer como presidenta de México. La mujer posee ese don de sensibilizar y transmitir el amor de Dios, por lo que nos congratula que las mujeres alcancen estos puestos, para bien de la sociedad», expresó Mons. Castro.

Otra preocupación destacada fue el desafío que representa la compleja realidad migratoria, que afecta a millas de hermanos y hermanas, tanto mexicanos como de otras nacionalidades, quienes se ven obligados a abandonar sus hogares en busca de mejores condiciones de vida. “Esta situación exige nuestra solidaridad y una atención pastoral urgente”, Jaime Calderón Calderón, arzobispo de León y vicepresidente del Episcopado Mexicano.

Por otro lado, sobre los asesinatos de sacerdotes, Mons. Calderón afirmó que es «una realidad constante que enfrentan todos los enviados de Dios. Como mensajeros de paz y como parte de la misión evangelizadora, son vulnerables a la persecución y la muerte. Sin embargo, este es el sentido que da vida al pastor, quien siempre se siente confiado en la voluntad de Dios y dispuesto a servirle hasta que Él lo permita», aseguró.

Durante la conferencia, se presentó además la nueva conformación de la nueva estructura directiva para el período 2024-2027. Y expresaron que como «peregrinos de esperanza» y «artesanos de paz», seguirán construyendo una Iglesia en salida que dialoga con la cultura contemporánea.

 


 

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