Redacción

El domingo 27 de octubre terminó la segunda parte del Sínodo de la Sinodalidad con la sorpresa de que el Papa no haría una Exhortación Apostólica recogiendo y reencauzando las ideas del documento final. “Lo que hemos aprobado en el documento es suficiente”, dijo Francisco.

El texto requiere tiempo de análisis. Se estructura en 155 puntos. Y se divide en una Introducción y cinco partes y una conclusión. El documento final del Sínodo ofrece nuevas formas de ser Iglesia, que nos permitan estar en comunión nos con otros y con Cristo.

A lo largo del proceso en estos tres años participaron los obispos, pero también los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, hombres y mujeres, que en las sesiones han podido votar al igual que los obispos.

Lo que no fue el Sínodo

  • No fue un Sínodo de nuevas estrategias, o de búsqueda de nuevas formas de vivir el cristianismo.
  • La Iglesia no es ni actúa como un partido político en campaña electoral.
  • Los obispos evitaron que esta Asamblea se convirtiera en una serie de recetas concretas de nueva evangelización.

Lo que sí fue el Sínodo

  • Ofreció una contribución decisiva a la reflexión y discernimiento histórico de la Iglesia.
  • Ha presentado con claridad al mundo y a los mil 200 millones de bautizados en el seno de la Iglesia católica la prioridad absoluta: presentar el encuentro con Cristo a aquellas personas que se han alejado de la Iglesia, o que, a pesar de haber nacido en sociedades evangelizadas en el pasado, hoy día son indiferentes al Evangelio.

Propuestas Concretas del Documento:

Continuar el Proceso Sinodal: Las Iglesias locales deben seguir el camino de la sinodalidad, promoviendo la consulta y el discernimiento en la vida cotidiana.

Formación Integral: Se propone una formación continua y compartida para todos los miembros de la Iglesia, que incluya la dimensión ecuménica y la formación en la cultura digital.

Inclusión de Grupos Marginados: Se deben crear espacios para la participación activa de los pobres, jóvenes y mujeres en todos los niveles de la vida eclesial.

Discernimiento Eclesial: Se debe fomentar una cultura de discernimiento que incluya la escucha de la Palabra de Dios y la participación de todos los miembros de la comunidad.

Cultura de Protección: Se deben establecer normas y procedimientos para garantizar la protección de menores y personas vulnerables en todas las comunidades.

Revisión de Documentos: Se propone revisar documentos que rigen las relaciones entre obispos y comunidades, así como la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis.

Promoción de Ministerios Laicales: Se deben ampliar las oportunidades de participación de los laicos en los procesos de toma de decisiones y en los ministerios de la Iglesia.

Fortalecimiento de la Unidad: Se debe trabajar por la unidad visible de los cristianos, promoviendo el diálogo ecuménico y la colaboración entre diferentes tradiciones cristianas.

Evaluación y Rendición de Cuentas: Se deben establecer prácticas de evaluación y rendición de cuentas en todos los niveles de la Iglesia, asegurando la transparencia en la gestión de recursos.

Acompañamiento Pastoral: Se debe crear un ministerio de escucha y acompañamiento para aquellos que están al margen de la comunidad eclesial.

Las 11 propuestas más rechazadas

Al darse a conocer el documento también se hizo público, cómo fue la votación.

• Liturgia y sinodalidad

Propuesta 27: (43 “no”, 312 “sí”)

Profundizar en el vínculo entre liturgia y sinodalidad ayudará a todas las comunidades cristianas, en la diversidad de sus culturas y tradiciones, a adoptar estilos celebrativos que manifiesten el rostro de una Iglesia sinodal. Con este propósito, pedimos la creación de un Grupo de Estudio específico, al cual se le encomiende también la reflexión sobre cómo hacer que las celebraciones litúrgicas expresen más la sinodalidad.

• Sobre el papel de la mujer

Propuesta 60 (97 “no”, 258 “sí)

Esta Asamblea invita a implementar plenamente todas las oportunidades ya previstas en el derecho vigente con respecto al papel de las mujeres, especialmente en los lugares donde estas aún no se han aplicado. No hay razones que impidan que las mujeres asuman roles de liderazgo en la Iglesia: no se podrá detener aquello que viene del Espíritu Santo. La cuestión del acceso de las mujeres al ministerio diaconal también permanece abierta y es necesario seguir discerniendo al respecto.

• Sobre ministerio de escucha y acompañamiento

Propuesta 78 (33 “no”, 322 “sí”)

La Asamblea dedicó atención a la propuesta de instituir un ministerio de escucha y acompañamiento, mostrando una variedad de orientaciones. Algunos consideraron que la escucha y acompañamiento es tarea de todos los bautizados, por lo que no es necesario un ministerio.

• Sobre el voto consultivo y deliberativo del obispo

Propuesta 92 (39 “no”, 316 “sí”)

Resulta inapropiado contraponer la consulta y la deliberación: en la Iglesia, la deliberación ocurre con la ayuda de todos, nunca sin la autoridad pastoral que decide en virtud de su oficio. Por esta razón, la fórmula recurrente en el Código de Derecho Canónico, que habla de voto “solamente consultivo” (tantum consultivum), debe ser revisada para eliminar posibles ambigüedades.

• Sobre las “diferencias de ritmo” en cada iglesia local

Propuesta 124 (32 “no”, 323 “sí”)

La adopción de un estilo sinodal permite que las Iglesias se muevan a ritmos diferentes. Las diferencias de ritmo pueden ser valoradas como expresión de una legítima diversidad en la unidad de la Iglesia.

• Sobre las Conferencias Episcopales

Propuesta 125 (45 “no”, 310 “sí”)

Se propone:

  1. a) recoger los frutos de la reflexión sobre el estatuto teológico y jurídico de las Conferencias Episcopales;
  2. b) precisar el ámbito de la competencia doctrinal y disciplinaria de las Conferencias Episcopales. Sin comprometer la autoridad del Obispo en la Iglesia a él confiada ni poner en riesgo la unidad y la catolicidad de la Iglesia.
  3. d) procurar que todas las Diócesis sean parte de una Provincia eclesiástica y de una Conferencia episcopal (cfr. CD 40);
  4. e) especificar el vínculo eclesial que generan las decisiones tomadas por una Conferencia episcopal respecto a su propia Diócesis para cada Obispo que participó en esas decisiones.

• Sobre las Asambleas eclesiales continentales

Propuesta 126 (32 “no”, 323 “sí”)

Será necesario clarificar mejor su estatuto teológico y canónico, así como el de los agrupamientos continentales de Conferencias Episcopales, para aprovechar sus potencialidades en el desarrollo de una Iglesia sinodal.

• Sobre los Concilios particulares

Propuesta 129 (38 “no”, 317 sí)

El procedimiento para el reconocimiento de las conclusiones de los Concilios particulares por parte de la Santa Sede (recognitio) debería reformarse para incentivar su publicación oportuna, estableciendo plazos específicos o, en el caso de cuestiones puramente pastorales o disciplinarias (que no afecten directamente temas de fe, moral o disciplina sacramental), introduciendo una presunción jurídica equivalente al consentimiento tácito.

• Sobre la creación de un consejo de patriarcas, arzobispos mayores y metropolitas orientales

Propuesta 133 (37 “no”, 318 “sí”)

Para fortalecer estas relaciones,la Asamblea sinodal propone la creación de un Consejo de Patriarcas, Arzobispos Mayores y Metropolitanos de las Iglesias Orientales Católicas, presidido por el Papa, como expresión de sinodalidad y como herramienta para promover la comunión y el intercambio del patrimonio litúrgico, teológico, canónico y espiritual.

• Sobre el Sínodo de los obispos

Propuesta 136 (37 “no”, 318 “sí)

Al profundizar en la identidad del Sínodo de los Obispos, es esencial que en el proceso sinodal y en las asambleas aparezca y se realice concretamente la articulación entre la participación de todos (el santo Pueblo de Dios), el ministerio de algunos (el Colegio de los Obispos) y la presidencia de uno (el sucesor de Pedro).

• Sobre los candidatos al sacerdocio configurados al estilo sinodal

Propuesta 148 (40 “no”, 315 “sí”)

A lo largo del proceso sinodal se ha expresado ampliamente la petición de que los itinerarios de discernimiento y formación de los Candidatos al Ministerio Ordenado se configuren al estilo sinodal.

La Asamblea pide una revisión de la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis que incorpore las peticiones maduradas en el Sínodo, traduciéndolas en indicaciones precisas para una formación a la sinodalidad.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 10 de noviembre de 2024 No. 1531

 


 

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