Por Miriam Apolinar
El próximo 29 de diciembre, en el marco de la festividad de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, se dará inicio al Año Jubilar 2025 en la Ciudad de México con un acto solemne en la Catedral Metropolitana. Durante la ceremonia, se llevará a cabo la apertura de la Puerta Santa, un momento de gran significado para la sede arzobispal de la Iglesia capitalina.
El Año Jubilar 2025, previamente inaugurado por el Papa Francisco el 24 de diciembre en Roma, está destinado a ser un tiempo de renovación espiritual, esperanza y promoción de la paz. La Catedral Metropolitana, uno de los recintos religiosos más emblemáticos de Latinoamérica, extiende una invitación a todos los fieles y al pueblo de Dios a participar en este evento histórico.
Procesión y estaciones de catequesis
La jornada comenzará a las 9:30 de la mañana con una procesión que partirá desde la Rectoría Inmaculada Concepción, en la colonia Tlaxcoaque, y culminará en la Catedral Metropolitana. El recorrido contará con tres estaciones de catequesis, enfocadas en la espiritualidad del Gran Jubileo 2025:
Primera estación: Templo de San Miguel Arcángel (Avenida 20 de Noviembre y José María Izazaga).
Segunda estación: Templo de Jesús Nazareno (Avenida 20 de Noviembre y República del Salvador).
Tercera estación: Templo de San Bernardo (Avenida 20 de Noviembre y Venustiano Carranza).
La procesión culminará a las 12:00 del mediodía con una misa solemne, presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, acompañado por los Obispos Auxiliares y el nuevo Deán del Cabildo Metropolitano, el padre José Antonio Carballo.
Actividades del Año Jubilar
El padre Carballo destacó que la procesión es un «camino de esperanza hacia la Patria celestial» e invitó a las comunidades parroquiales a unirse como embajadores de paz y esperanza. Además, anunció una serie de celebraciones especiales en la Catedral Metropolitana:
26 de enero: Jubileo con los Medios de Comunicación.
2 de febrero: Jubileo de la Vida Consagrada.
9 de febrero: Jubileo de la Adoración Nocturna.
16 de febrero: Jubileo de los Novios.
2 de marzo: Jubileo de la Familia.
23 de marzo: Jubileo del Seminario Conciliar de México.
4 de mayo: Jubileo de los Niños.
11 de mayo: Jubileo de las Mamás.
18 de mayo: Jubileo de los Maestros.
Estas actividades tienen como objetivo fortalecer la fe y los lazos comunitarios entre los fieles.
Sedes adicionales para el Año Jubilar en la CDMX
El Cardenal Aguiar Retes designó dos recintos adicionales donde los fieles podrán vivir este Año Jubilar y obtener la Indulgencia Plenaria:
- Basílica de Santa María de Guadalupe: Peregrinación Anual de la Arquidiócesis, el 18 de enero de 2025.
- Parroquia de la Esperanza de María en la Resurrección del Señor: Celebración especial el 7 de febrero de 2025, a las 18:00 horas.
La Puerta Santa: símbolo de fe y esperanza
La Puerta Santa, que permanecerá abierta hasta el 28 de diciembre de 2025, representa una invitación a un “encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, puerta de salvación” (cf. Jn 10,7.9). Este símbolo espiritual busca reanimar la fe y la esperanza, recordando la misión de la Iglesia: anunciar a Cristo «en todas partes y a todos como nuestra esperanza» (1 Tm 1,1).
En un comunicado, el Cardenal Carlos Aguiar Retes destacó: “Los invito a participar en esta apertura y a vivir el Año Jubilar, para reanimar la esperanza dejándonos iluminar por el Espíritu Santo y abrirnos a su gracia, acudiendo a la misericordia de Dios en el sacramento de la penitencia, que representa un paso decisivo, esencial e irrenunciable para el camino de fe de cada uno.”
Es importante recordar que las Puertas Santas no están abiertas de manera permanente; su apertura ocurre exclusivamente en años jubilares, como el Año Jubilar 2025, decretado por el Papa Francisco. Este gesto subraya el carácter único de estas celebraciones, que ofrecen a los fieles la oportunidad de acercarse más profundamente a la fe y a la gracia divina.
Cabe señalar que la apertura de la Puerta Santa tiene el propósito de facilitar que el mayor número de fieles puedan recibir la Indulgencia Plenaria, cumpliendo con las condiciones establecidas: confesión sacramental, comunión eucarística, oración por las intenciones del Papa Francisco.
¡Todos están invitados a ser parte de este acontecimiento histórico lleno de fe, esperanza y renovación espiritual!