Por Eduardo Hayen Cuarón

El escenario apocalíptico en Los Ángeles California y sus alrededores, donde las llamas han destruido más de 160 kilómetros cuadrados de construcciones y viviendas –el equivalente a tres veces la isla de Manhattan– y han obligado a más de 150 mil personas a evacuar sus propiedades, nos llama a la reflexión sobre algunas de las causas de este terrible siniestro.

Ya los analistas están sacando a la luz los motivos del incendio que, más allá de causas naturales se han debido a factores políticos. Pero detrás de esas razones políticas están las ideologías que han llevado a las autoridades californianas a tomar las peores decisiones y exponer así a la población a desastres como este.

Ideología de género

Lo que parecía más importante para el Departamento de Bomberos de Los Ángeles no era estar preparados para siniestros como el que ocurre hoy, sino que la importancia se puso en la diversidad, la equidad y la inclusión. Kristin Crowley, subdirectora del departamento, dijo lo siguiente en un video promocional: «Para quienes dicen que una mujer no tendría la fuerza para poder cargar a su esposo y sacarlo de un edificio que se está quemando, mi respuesta es que yo no debería de sacarlo, pues él se metió a sí mismo en un lugar equivocado». Insólita respuesta de la subdirectora.

Hemos de orar por los bomberos de Los Ángeles en este momento en que están haciendo un esfuerzo descomunal por apagar los incendios. Pero no podemos negar que la ideología de género y la teoría crítica de la raza, que pretende combatir el racismo sistémico, los ha infectado como cuerpo de bomberos y le ha restado eficacia a su trabajo de salvar vidas.

Lo prioritario para el Departamento de Bomberos de LA es que, durante las emergencias, los ciudadanos se sientan identificados con sus bomberos. Pudiera no resultar apropiado que, por ejemplo, un bombero varón blanco se metiera a un edificio en llamas para rescatar a una mujer afroamericana; ella podría sentirse incómoda. Tampoco debería de rescatar a una persona de alguna minoría para no alimentar el mito del hombre blanco superhéroe.

En un artículo de National Public Radio el jefe de bomberos del Condado de Marin, California, Rick Wonneberger, dijo que más del 80 por ciento de sus bomberos son blancos, y que ampliar la diversidad les ayudará a ser más efectivos como bomberos. Nos preguntamos cómo la diversidad ayudaría a la eficacia. ¿Qué razones hay para creer que un cuerpo de bomberos en el que hubiera varones, mujeres, blancos, negros, hispanos, gays, lesbianas y transexuales sería más eficaz que un cuerpo de bomberos cuyo requisito para pertenecer a él fuera simplemente estar bien capacitado, tener aptitudes físicas y valentía para hacer el trabajo? La ideología de género en cualquier ambiente que se aplique termina por destruirlo.

Ecologismo

Los incendios forestales en California no son una rareza. El no estar preparados es injustificable. El gobernador de California ha despilfarrado 24 mil millones de dólares en cinco años para combatir la indigencia callejera, la cual no ha disminuido, sino que ha aumentado considerablemente. Además de buscar combatir las causas de la indigencia en las calles, ese recurso económico podría haberse empleado en limpiar los bosques de la región, tan propensos a los incendios, pero los ecologistas no lo permiten. Si un árbol cae a tierra en la foresta, éste no se debe de retirar y proceder a limpiar el terreno. Pueden pasar muchos años sin que la madera seca del árbol se quite, lo que hace que el bosque sea presa más fácil de un incendio. La ideología verde señala que lo correcto es dejar a la naturaleza salvaje seguir su proceso.

Algunos han denunciado que el gobierno de California no canaliza el agua de lluvia que cae y que viene del norte para utilizarla para combatir los incendios que ocurren en el estado, sino que la deja correr hacia el Océano Pacífico para salvar a una especie de pez que habita en esas costas. Una vez más el hombre no debe intervenir en la naturaleza sino dejarla libre, salvaje, agreste. El ser humano deja de ser el vértice de la creación, deja de ser un administrador inteligente de los recursos naturales que Dios le confió para convertirse en una especie más del planeta. De esa manera termina permitiendo que la naturaleza lo destruya.

Las ideologías ateas como la de género y el ecologismo son gravemente perjudiciales para el desarrollo de la civilización. Tragedias como la de Los Ángeles podrían haberse evitado o, al menos, reducido, si nuestra cultura tuviera una visión más cristiana del hombre y del cosmos.

Publicado en blogdelpadrehayen.blogspot.com

 


 

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