Por P. Fernando Pascual
No podemos cambiar la historia: lo que pasó es inmodificable. Pero sí podemos reconocer que la historia pudo haber sido diferente.
Porque todo hubiera sido diferente si se hubiera evitado aquel atentado, si se hubiera promovido un acuerdo de paz, si se hubiera organizado mejor aquel plan de embalses, si se hubiera invertido más en educación y menos en armas.
En otras palabras, los hechos de la historia que surgen a causa (o por culpa) de decisiones libres pudieron haber sido diferentes de lo que fueron.
Constatar el enorme papel de la libertad humana en la historia permite superar el riesgo de pensar que los hechos del pasado habrían sido inevitables, por “culpa” del destino o de las fuerzas ciegas de la naturaleza.
En realidad, muchos acontecimientos de la historia eran perfectamente evitables. Aquella guerra, aquella crisis económica, aquella rebelión pudieron no haber ocurrido con un poco de sentido común, con buenos gobernantes y con apertura al diálogo.
Produce cierta rabia, sin embargo, constatar cómo un conflicto que provocó millones de muertos habría sido evitado con decisiones diferentes.
¿Por qué las voluntades de unos pocos dirigentes llevaron a un pueblo a una guerra absurda y al sufrimiento inimaginable de soldados y de civiles?
Hay siempre algo de absurdo en hechos humanos provocados por decisiones egoístas, ambiciosas, llenas de rabia y vacías de sentido común.
Esas decisiones escriben luego páginas de historia que no podemos eliminar, aunque desearíamos que ninguna guerra hubiera dejado su huella en el pasado.
Es cierto que otras decisiones alivian sufrimientos, promueven justicia, tutelan paces, construyen bienestar entre la gente.
Pero las consecuencias de las decisiones negativas, y que pudieron haber sido evitadas, se presentan como un misterio de maldad que raya en lo absurdo.
Podemos aprender algo importante al constatar lo mucho negativo que era evitable en la historia: la misión que tenemos ahora de orientar pensamientos y deseos hacia opciones que permitan abrir el futuro a un mundo con menos guerras y con más justicia entre todos los seres humanos.
Imagen de Dariusz Sankowski en Pixabay