Por Rubicela Muñiz

En septiembre próximo se cumplen 10 años de la apertura del Museo de Arte Sacro de la Ciudad de Querétaro que, con esfuerzos conjuntos, ha logrado formar una gran comunidad que apoya y promueve la cultura, el conocimiento y el turismo.

Este proyecto ciudadano se ha convertido en el brazo que la Diócesis de Querétaro tiene y promueve para la evangelización a través de la cultura, logrando la integración de los usuarios, algo que siempre ha buscado Monseñor Martín Lara Becerril, quien encabeza los esfuerzos de esta institución al promover y buscar que este espacio sea casa de todos.

Hoy por hoy, el Museo de Arte Sacro es uno de los dos o tres museos del país totalmente autosustentables, es decir, que, al no tener un presupuesto asignado por ningún nivel de gobierno, todo lo que genera es para su manutención, su mantenimiento, con ayudas ocasionales de buenos patrocinadores.

Historia

El museo se encuentra en un edificio que en sus inicios fue un hospital. Lo inician los frailes franciscanos, pero poco tiempo después, por cédula real, lo toman la Orden de los Hipólitos, una orden cien por ciento mexicana fundada por un sevillano, fray Bernardino de Álvarez. Fue hospital por casi 200 años. Posteriormente se cambia a Santa Rosa de Viterbo, y de Santa Rosa al extinto Hospital General de 5 de febrero. Y ahora, desde el 11 de septiembre del 2015, este edificio se convirtió en el Museo de Arte Sacro, encabezado por un consejo y un grupo de colaboradores comprometidos.

Los números

Los servicios académicos del museo han permitido una forma de manejo que lo hace distinto de los demás. Por lo general lo fuerte de un museo es una sala, una exposición, pero en el Museo de Arte Sacro siempre buscaron generar un gran tránsito de personas y, los servicios académicos, han servido para ello y para la divulgación, el conocimiento y el incremento del intelecto. El resultado son casi 73 mil horas de trabajo, de estudio, en 3 mil 22 días, en 10 años.

A lo largo de esta primera década, se cuenta con el registro de casi 735 mil usuarios que asisten al Museo a una clase, a un bazar, un viaje, o por alguna otra actividad. En la parte de exposiciones, son más de 70 las que se han llevado a cabo, lo cual permite que casi 100 artistas hayan tenido oportunidad de exponer su arte.

En materia de seminarios, el recuento es de más de 100 con distintos temas como las religiones del mundo, en donde hay ministros de cultos de cada una de ellas. A su vez, estos seminarios provocan el programa de los viajes culturales a nivel nacional e internacional, que van desde la Sierra Gorda de Querétaro, el sureste mexicano, el Camino de Santiago y hasta Mallorca, la tierra de San Junípero Serra.

Rutas con encanto

Otro de los programas que ofrece el Museo de Arte Sacro son las “Rutas con encanto”, salidas únicas e irrepetibles con grupos de 20 o 30 personas que recorren lugares muy privados, ya sean sacristías o casas particulares. Y quienes hacen la función de guías son investigadores, expertos en la materia, personas que tiene un conocimiento basto del tema.

Eventos especiales

También, es importante resaltar los eventos especiales, 120 a lo largo de estos diez años, entre los que destacan desayunos, cena pascual, ciclos de conferencias especiales, obras de teatro, conciertos, etc.

Otro de los programas más arraigados del Museo, es el “Baratillo de los Mercaderes”, un bazar que suma 110 ediciones y más de 4 mil expositores que se componen de amas de casa que elaboran bisutería, pan, textiles, nieves, etc., con precios accesibles que les permiten generar un sustento.

La esencia del Museo es que sea un Museo vivo, lleno de gente para hacer comunidad que, a su vez, promueva el arte y la cultura.

Instagram: @museoartesaqro

Facebook: @MuseoDeArteSacroQro

 


 

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