Por Mary Velázquez Dorantes
El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) y la Agencia Católica para el Desarrollo en el Extranjero (CAFOD) realizaron en conjunto el conversatorio “Defendiendo los derechos humanos y la Iglesia latinoamericana: San Óscar Romero y su legado”, a la luz de los 45 años de su martirio y asesinato el 24 de marzo de 1980, mientras celebraba misa en El Salvador.
En el conversatorio participaron el cardenal Gregorio Rosa Chávez por parte de CELAM; monseñor Vicente Nácher de la Conferencia Episcopal de Honduras; Nery Rodenas, director ejecutivo de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala; Adilia Navarrete, coordinadora del Comité de Bienes Comunes de Tocoa, Honduras; Guillermo Navarro de Cáritas de El Salvador, mientras que la moderadora, Diana Trimiño, estuvo como representante de CAFOD.
UNA FUENTE DE INSPIRACIÓN
En vida, san Óscar Romero emitió a través de la radio la verdad sobre las atrocidades que ocurrían en El Salvador a manos de una dictadura militar que duró casi 48 años y su transición. Llamado “San Romero de América”, se convirtió en una fuerte inspiración para los católicos del mundo entero al denunciar las injusticias que desolaban a su país. Ante ello, la CAFOD sigue este ejemplo y considera que el legado de Romero se debe reflejar en el apoyo a los defensores socioambientales y de derechos humanos.
Romero se enfrentó a la región de Latinoamérica considerada como la más peligrosa para la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente. Reportes internacionales han registrado que el 85% de los homicidios de los defensores en esta línea, durante en el 2023, se produjeron en América Latina. La desaparición de personas, los cárteles de droga, la minería legal e ilegal y la agroindustria y otras industrias relacionadas están utilizando la violencia sistemática para desplazar a los indígenas y comunidades campesinas al tomar la tierra por la fuerza y asesinar a quienes defienden sus derechos.
LA IGLESIA LATINOAMERICANA
En la homilía previa a su martirio, san Óscar Romero enfatizó en que la Iglesia no quiere masa, sino pueblo, puesto que la masa es un botón de gente adormecida e inconforme, mientras que la Iglesia busca un pueblo en comunidad, donde todos desean el bien común, no son indiferentes; sueñan con un mundo de justicia, paz, compromiso. El pueblo debe guiarse por la luz del mundo que es Dios; la Iglesia no puede callarse, ni matarse. “Romero soñó con una Iglesia con un oído en el pueblo, donde se opte por la vida y no por los campos de exterminio como las cárceles de El Salvador”, señaló el Cardenal Gregorio Rosa Chávez.
UN LEGADO PARA EL HOY
Monseñor Nácher expresó en cinco puntos que san Romero tiene un legado para la vida actual:
- “Sentir con la Iglesia” es el lema que vivió para interpretar su vida y su ministerio.
- Es un santo del Concilio.
- Es un santo cristiano de profunda vida interior.
- Es un santo que se deja golpear por el pecado como Cristo.
- Es un santo que no huye del mundo.
El mundo de hoy no puede comprender su legado sino se sabe sentir a la Iglesia, es un legado que pasa por el Concilio, que pasa en tres momentos: comunicación, participación y misión. Por lo tanto, se debe ser fiel a dicho momento. No podemos pensar en una actividad social o mediática para san Romero, porque su sensibilidad era completamente cristiana y auténtica devoción. Es un santo que va mucho más allá del activismo político o propagandístico. Su santidad es al estilo del Cristo: reaccionó ante el impacto de la injusticia, pero no solamente reaccionó, sino que buscó evitarlas. El mundo no fue su salida. Su santidad es a través del encuentro, un encuentro con Dios y con el que sufre, lo que significa entrar en el corazón del pueblo.
“LA VIDA PENDE DE UN HILO”
Entre los riesgos para defender los derechos humanos en una región convulsa como lo es América Latina, se encuentran la discriminación sistemática, la falta de acceso a la justicia, la represión política, la tortura, la violencia de género, el discurso de odio, la supresión de la libertad de pensamiento y conciencia. El CELAM trabaja en la campaña “La vida pende de un hilo”, una apuesta por los derechos humanos con la que la Iglesia se compromete al cuidado de quienes defienden la vida. Con esta iniciativa se espera se profundice en cómo la indiferencia social contribuye al asesinato, la amenaza; cómo la desarticulación de las organizaciones ha sido la pérdida de actores cívicos y defensores de los derechos humanos. Esta campaña se inspira en la labor de Óscar Romero, pero también en el caso de Juan Antonio López, un líder ambiental asesinado en 2024, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre el riesgo que sufren las personas defensoras de los derechos humanos.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 6 de abril de 2025 No. 1552