Gracias por haber dicho «sí» y por haberse abandonado a Aquel que guía a la Iglesia
Por Andrea Tornielli – Vatican News
La diócesis de Roma tiene su Obispo, la Iglesia universal su pastor. Con una rapidez que sólo puede sorprender a quienes leen la vida de la Iglesia a través de la lente de la política, el cónclave ha designado al Sucesor de Pedro. Gracias, Santo Padre, por haber aceptado. Gracias por haber dicho «sí» y por haberse abandonado a Aquel que guía a la Iglesia.
Vuelven a la memoria las memorables palabras pronunciadas por Pablo VI ante los estudiantes del Colegio de Lombardía, en diciembre de 1968, durante el difícil período de las protestas postconciliares: «Muchos – dijo el Pontífice – esperan del Papa gestos resonantes, intervenciones enérgicas y decisivas. El Papa no cree que tenga que seguir otra línea que la de la confianza en Jesucristo, que cuida de su Iglesia más que nadie. Será él quien calme la tempestad. Cuántas veces ha repetido el Maestro: “Confidite in Deum. Creditis in Deum, et in me credite!”. El Papa será el primero en cumplir este mandato del Señor y en abandonarse, sin ambivalencias ni ansiedades inoportunas, al juego misterioso de la invisible pero certerísima asistencia de Jesús a su Iglesia. No se trata de una espera estéril o inerte, sino de una espera vigilante en la oración. Esta es la condición que Jesús mismo ha elegido para nosotros, para que Él pueda obrar en plenitud, también el Papa necesita ser ayudado con la oración».
Hoy es el mundo el que está en medio de una tormenta, sacudido por guerras y violencia. Recemos por la paz. Recemos con Pedro y por Pedro que hoy tomó el nombre de León, reuniéndose con el Papa de la Rerum novarum. Y confirmados por él en la fe, aprendamos también a abandonarnos a Aquel que reina desde el madero de la cruz, tomando sobre sí las llagas de la humanidad.