En el IV Domingo de Pascua y también Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa León XIV recuerda la importancia de que los jóvenes puedan contar con modelos creíbles de entrega y comunidades que los acojan y acompañen en su camino vocacional.
Por Mireia Bonilla – Vatican News
El Papa León XIV dirigió su primer Regina Caeli desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, desde donde se asomó el pasado jueves 8 de mayo tras ser elegido como el 267° sucesor de Pedro. “Considero un don de Dios el hecho de que el primer domingo de mi servicio como Obispo de Roma sea el del Buen Pastor, el cuarto del tiempo de Pascua” han sido sus primeras palabras antes de rezar a la Madre del cielo ante la multitud que lo escuchaba en la Plaza de San Pedro.
“A los jóvenes les digo: no tengáis miedo, aceptad la invitación de la Iglesia y de Cristo Señor”
El IV Domingo de Pascua, también Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa expresó su alegría por tener la oportunidad de rezar con todo el Pueblo de Dios por las vocaciones “especialmente al sacerdocio y a la vida religiosa. ¡La Iglesia los necesita!” ha exclamado.
Además, ha recordado dos cosas que considera importantes; por un lado “que los jóvenes encuentren en nuestras comunidades: acogida, escucha, estímulo en su camino vocacional” y por otro “que puedan contar con modelos creíbles de entrega generosa a Dios y a sus hermanos”. De hecho, ha pedido hacer nuestra la invitación que el Papa Francisco nos dejó en su Mensaje para esta Jornada en la que nos pedía acoger y acompañar a los jóvenes.
“Con su música alegran la fiesta de Cristo”
Fue un día verdaderamente especial. Además de celebrarse el IV Domingo de Pascua, también conocido como el Domingo del Buen Pastor y la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, se conmemoró el Jubileo de las Bandas Musicales y de los Espectáculos Populares. Decenas de bandas han llegado hasta Roma para participar en esta celebración jubilar, y el Papa les ha dirigido unas palabras de agradecimiento: «Saludo con afecto a todos los peregrinos y les doy las gracias porque, con su música y sus representaciones, alegran la fiesta: la fiesta de Cristo, el Buen Pastor. Sí, es Él quien guía a la Iglesia mediante su Espíritu Santo».