Por Rebeca Reynaud
Una mujer que conoce su valer, sabe que es hija de Dios, por eso, su comportamiento y su atuendo van a ser de quien valora su persona y su dignidad.
La moda es una costumbre en boga, durante un tiempo; es una mezcla de influencias globales y expresiones personales, con un enfoque en la comodidad y la adaptabilidad a las diferentes ocasiones.
Connie Ochoa afirma que la moda nos habla también de la autoestima. Si la autoestima es baja, la forma de vestir será descuidada y no se busca que favorezca. Un muchacho decía que la gente al verlo se cruzaba de calle porque su aspecto no era atractivo ya que estaba tatuado.
Hay que ver qué nos queda y qué nos gusta y de allí parte el estilo personal. Se ha de elegir un atuendo acorde con nuestro estilo personal y la imagen que deseamos proyectar. La famosa modista, Carolina Herrera, dice: “Menos, es más; al salir de tu casa mírate al espejo y quítate algo”.
Ahora mismo, año 2025, está de moda la maxifalda, pero ¿me queda? ¿Cuál es mi estilo? ¿Cómo saber qué es lo que me queda? ¿Qué colores me dan vida y cuáles me opacan?
Algunos estilos dominantes
Casuales: jeans, camisetas, blusas, chaquetas, zapatillas (tennis, flats o zapatos planos). Hay quien usa pantalones vaquero y lo combina con tacones. Esta moda es para el día a día.
Clásico: blazers, pantalones, faldas Chanel o midi, camisas, zapatos de tacón.
Romántico: vestidos vaporosos, encajes, flores y colores pastel, mangas amplias. Estilo coquete: rosa, olanes.
Minimalista: prendas de líneas limpias, traje sastre, colores neutros y pocos accesorios, entre ellos, aretes pequeños, discretos.
Maximalistas: colores brillantes, estampados llamativos, texturas variadas, accesorios audaces y exagerados. Estilos dramático y gótico. A veces parece que se disfrazan. En este estilo todo está de más: está de más saturar en accesorios, está de más enseñar demasiado.
Luego hay estilos en que se combinan varios, por ejemplo, romántico y clásico.
Recomendaciones para encontrar el estilo propio
Si no sabes cuál es tu estilo, experimenta. Observa a las demás, si te gusta cómo se viste alguna persona, ve si te queda. Elige lo que te haga sentir bien, independientemente de que se use o no. Todo lo atemporal no pasa de moda, por lo tanto, compra ropa de buena calidad.
Guardarropa básico
- Falda o pantalón y saco negros. Blusa blanca y negra.
- Blusa blanca de manga larga y blanca de manga corta.
- Chamarra cómoda.
- Pantalón de mezclilla atemporal.
- Playera o traje para deporte.
- Zapatos de vestir, del diario, de deporte y de descanso.
- Bolsa negra y bolsa color piel (café cálido).
- Accesorios modernos de acuerdo con el estilo de la persona. Elegante equivale a estar bien vestida: ni rota ni desaliñada.
Collares y aretes
Depende del gusto de cada persona. Hay que probar con diferentes tamaños. Si el cuello es corto, no hay que usar aretes largos. A veces conviene comparar, y para ello se pone un arete de un lado y del otro lado otro arete diferente. Cuando un vestido es llamativo no usar collar sino sólo aretes.
Cabello y maquillaje
El pelo es el marco de la cara, bien cuidado y con un corte determinado. El maquillaje se usa natural, no pesado. Bastan: base, rubor y rímel. Es un look que realza la piel sana, las cejas definidas, los ojos definidos, labios naturales y pómulos delicadamente marcados. Hay un refrán que dice: “No hay mujer fea, sino mal arreglada o descuidada”.
Modales: Son normas de cortesía que se aplican en diversas situaciones sociales. Las posturas y los modales importan para que la convivencia sea grata. Hay que aprender a ser elegantes, para moverse, para sentarse y para comer.
Los modales en la mesa: Lo ideal es la postura recta, las piernas y pies juntos. Manos y antebrazos sobre la mesa, nunca poner los codos en la mesa. Jamás hablar con la boca llena. Luego, tomar bocados pequeños. Evitar el ruido al mover el café, al partir la comida y al usar cualquier cubierto.
Usar correctamente la servilleta. Al sentarnos a la mesa la servilleta se coloca en el regazo. Se utiliza para limpiar la boca antes y después de beber agua, vino o cualquier bebida, con movimientos delicados y discretos. Para beber del vaso éste se toma con una sola mano. La copa de vino o de agua se toma por el tallo. Sólo la copa de globo, para cognac, se toma moviéndola en el globo. Los buenos modales nunca pasarán de moda.
Todo eso lo aprendemos para tener un mejor desarrollo personal y social.
Una anécdota: A una Iglesia llegó una señora a Misa, con un vestido muy provocativo y transparente, y, a la hora de comulgar, un joven se acercó y le dijo por lo bajo:
– Perdone señora, pero usted no puede comulgar.
– ¿Por qué?
– Porque por su culpa yo no puedo comulgar.