Redacción/El Observador

  • Un verano demencial en los Alpes italianos: 83 muertes en un solo mes, la mayoría senderistas animados por las redes sociales.
  • Mujer intenta tomarse una selfie, la golpea tren y muere en Nopala de Villagrán, Hidalgo.
  • Una joven atleta murió tras caer al vacío por intentar tomarse una selfie al borde de una montaña.
  • Muere influencer de 14 años al intentar hacerse un video selfie junto a una cascada.
  • Hombre intenta tomarse una selfie con un oso y muere atacado por el animal.
  • Motociclista intenta tomarse selfie en movimiento y muere.
  • Son solo algunos de los muchos titulares que desde la popularidad de la selfie y la necesidad de likes, se han registrado a lo largo de los años entre influencers y personas comunes que gustan de mostrar su vida en plataformas como Instagram, Facebook, Twitter (X) o TikTok.

Hacerse un autoretrato o selfie no debería ser noticia, pero llega a serlo debido a la frecuencia con la que los usuarios arriesgan su vida. En 15 años, han muerto más de 500 personas (de las que se tiene registro) alrededor del mundo. La incesante necesidad de ganar seguidores, conquistar las redes y hacer dinero por ello, puede salir demasiado caro en la búsqueda de la fotografía perfecta en los lugares más peligrosos.

En México

De acuerdo con la última actualización de la Fundación iO, México ocupa el octavo lugar por muertes debido a este fenómeno: ahogamientos, caídas, atropellamientos, son algunos de los decesos que se han reportado por tratar de obtener este tipo de fotografías.

En los primeros registros aparecen dos jóvenes que en el 2017 utilizaron la pista de aterrizaje en el municipio de Chínipas, Chihuahua, para tomarse una selfie. Distraídas por la fotografía, las mujeres murieron al instante atropelladas por una avioneta.

En ese mismo año, una joven de apenas 20 años falleció al resbalar de una altura de 15 metros cuando se tomaba una selfie en la cortina de la presa Malpaso, ubicada en el municipio de Calvillo, pueblo mágico del estado de Aguascalientes.

En otro caso registrado en el 2020, una pareja de turistas, procedentes del estado de Morelos, se ahogaron en el río Las Hamacas, ubicado dentro de este municipio, donde según la hipótesis de las autoridades y también de los lugareños, la mujer habría caído al caudal al tratar de tomarse una fotografía, fue auxiliada por su acompañante, pero, desafortunadamente, ambos fueron arrastrados por la corriente.

En el 2024, La locomotora de vapor conocida como La Emperatriz se encontraba en México y muchas personas estuvieron al pendiente de su ruta para verla en su ciudad; sin embargo, una mujer, en el estado de Hidalgo, falleció después de haberse acercado demasiado para sacarse una selfie. El momento quedó grabado y desató todo tipo de reacciones en las redes sociales.

COSAS QUE NO DEBES OLVIDAR

*Leer las advertencias de seguridad presentes en la zona, especialmente en zonas de difícil acceso o que entrañen riesgos potenciales asociados.

*Consultar al personal presente en la zona sobre potenciales riesgos locales, para evitar desagradables sorpresas.

*Aplicar todo nuestro sentido común a la hora de hacer una foto o selfie.

Países dónde más ocurre

País  Número de muertes

hasta la fecha

India  100

Estados unidos 39

Rusia  33

Pakistán 21

Brasil  17

España  15

Indonesia 12

México 10

Turismo de riesgo

El proceso está siendo imparable. De las primeras imágenes delante de un espejo se ha pasado a los más extremos vídeos y fotografías virales. El peligro ya no es un componente a tener en cuenta con tal de conseguir el autorretrato más espectacular y sorprendente, y un poco de notoriedad en las redes.

Fotos que son tomadas circulando con automóviles o con motos, ya no solo ponen en riesgo su vida sino a las personas de los vehículos contrarios que se puedan encontrar inmersos en esta absurda acción.

En puentes, rascacielos, delante de animales peligrosos, en trenes, toda ocasión es buena y todo vale para aumentar el ego ante los seguidores, sin tener una plena conciencia de lo que se hace.

Un ejemplo claro es lo que ocurre en los Alpes italianos, donde se vive un verano mortal, como lo han catalogado las autoridades locales, debido a las 83 muertes registradas por accidentes en la montaña entre el 21 de junio y el 23 de julio de este año.

La mayoría de las víctimas eran senderistas, seguidos por alpinistas, ciclistas de montaña y parapentistas. En muchos casos, los rescates fueron imposibles por la dificultad del terreno o la ausencia de preparación de los excursionistas.

“Hay quien sube con tenis urbanas o chanclas, sin mapa, sin agua, sólo por la foto”, lamentó un guía local en declaraciones recogidas en foros alpinos.

Lugares icónicos como la montaña Seceda han llegado a recibir más de 8 mil visitantes en un solo día, muchos de ellos atraídos por fotografías virales en redes sociales. Esta sobrefrecuencia ha provocado erosión del terreno, colapso de accesos y creciente tensión entre turistas y habitantes.

“Muchos vienen sólo por la imagen perfecta sin saber dónde están pisando. Necesitamos formación obligatoria antes de acceder a rutas exigentes”, señaló Carlo Alberto Zanella, portavoz de la Confederación Italiana de Agricultores.

La Fundación iO lleva el registro de las muertes de turistas por selfie y revela que la edad media de las víctimas ronda los 24 años, y en un 57.74% de los casos, las víctimas son hombres. El estudio también muestra que las tres principales causas de muerte han sido caídas desde alturas (52.33%), medios de transporte (41.37%) y ahogamientos (13.97%). Muchas de las muertes por selfie son el resultado de turistas asumiendo riesgos en lugares que no conocen bien.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 17 de agosto de 2025 No. 1571

 


 

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