Redacción EO

Desde el momento en que un ciudadano busca agilizar un trámite solo porque conoce a quien atiende la ventanilla o libra la cárcel porque accede a pagar una fianza más costosa, se disparan las cifras de corrupción que impactan de manera negativa la prosperidad y la democracia en el país.

En el año 2000 se pensaba que con la derrota del partido que gobernó en México por 70 años, la corrupción sería menor. Pero 25 años después esta práctica sigue evidenciando las desigualdades, debilitando el crecimiento económico, erosionando la resiliencia y el buen funcionamiento de las democracias, lo que impide la confianza en el gobierno.

Lejos de Dinamarca

El ciudadano de a pie observa la corrupción en mandos intermedios o de bajo rango, pero lo resiente en la economía o en el sistema de salud cuando ocurre en las altas esferas del gobierno. En campañas ofrecen soluciones espectaculares, prometen ser la panacea a las necesidades de los sectores más vulnerables, pero, una vez en el poder, se envuelven en una red que parece no tener principio ni fin.

De acuerdo con el “Índice de Percepción de la Corrupción 2024” presentado por Transparencia Mexicana y Transparencia Internacional, que registra la opinión de especialistas, analistas de riesgo financiero, personas de la academia y negocios, sobre la corrupción en 180 países evaluados, México obtuvo una calificación de 26 puntos de 100 posibles, puntaje que lo ubica en la posición 140.

A nivel global, los puntajes más altos del IPC corresponden a Dinamarca (90/100), Finlandia (88/100) y Singapur (84/100). Ningún país alcanzó los 100 puntos. Los países peor calificados son Venezuela (10/100), Somalia (9/100) y Sudán del Sur (8/100).

El reporte también revela que entre las economías que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México se ubica en el último lugar del grupo: es el lugar 38 de 38 economías evaluadas. En el G20, que incluye a 19 países más la Unión Europea, México se encuentra en la penúltima posición, solo por encima de Rusia (22/100 puntos).

Los resultados para México del Índice de Percepción de la Corrupción 2024 contemplan información de 13 fuentes independientes para los años 2023 y 2024. Al integrar distintas mediciones y dos años en una sola estimación, se evita que un solo evento o escándalo de corrupción altere la calificación de un país. Lo que mide el Índice de Percepción de la Corrupción es la tendencia y no casos específicos.

Los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción 2024 confirman el mandato de la sociedad mexicana: el gobierno debe enfrentar con mayor eficacia la corrupción en México. De acuerdo con el INEGI, en 2023, 83% de las personas consideraron que la corrupción en México sigue siendo un problema “frecuente o muy frecuente”. El INEGI informó también que 6 de cada 10 mexicanas y mexicanos fueron víctimas de corrupción o extorsión policial en 2023.

La incertidumbre y la implementación de reformas en materia de transparencia, anticorrupción y el Poder Judicial; la impunidad en casos como Odebrecht, Pemex Agronitrogenados y casos de corrupción de gran calado como los agrupados bajo el nombre de “Segalmex”; los bajos niveles de sanción en materia de responsabilidades administrativas identificadas por los órganos de fiscalización superior; el creciente número de casos de corrupción a nivel estatal que involucran al crimen organizado; y las empresas identificadas como “fantasma” o controladas por el crimen organizado que siguen siendo contratadas por los gobiernos, son las claves para entender el puntaje que México ocupa en el IPC.

Un fenómeno que parece no terminar

En 2024 y 2025, instituciones estratégicas como la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, PEMEX o la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), fueron señaladas como focos de corrupción rampante y de sumisión al poder con irregularidades en contratos y adjudicaciones directas que benefician a allegados al régimen actual.

El último y con mayor impacto se dio en la Secretaría de Marina con el caso del huachicol fiscal, un mecanismo mediante el cual se lleva a cabo la importación y venta ilícita de hidrocarburos, mientras se evaden impuestos que legalmente deben pagarse, como el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios). Es un negocio redondo en el que se involucra al crimen organizado y a redes de empresas que blanquean el origen ilícito del combustible.

Este caso de evasión fiscal, corrupción y violencia financiada se perfila como uno de los escándalos de corrupción más graves que ha enfrentado México en los últimos años.

Desde el 2018 la asociación civil “Mexicanos contra la corrupción y la impunidad” ha documentado los principales casos de corrupción e impunidad que han salido a la luz. El primero fue el sexenario de la corrupción, que cubrió todo el periodo de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, para después dar paso al periodo encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en donde se documentaron 183 casos.

Para el primer año de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, fue presentado el pasado 1 de octubre el “Anuario de la corrupción 2025”. En total, se registraron 51 casos relevantes, pero más de la mitad, el 59 por ciento, corresponden al gobierno anterior, incluso, algunos alcanzan al gobierno del 2012-2018.

Los 51 casos, revela la asociación, son los principales escándalos e investigaciones que han salido a la luz durante este primer año de gobierno. A diferencia de lo que sucedió en el primer año de su antecesor, las dimensiones y multiplicidad de casos impiden al gobierno repetir la estrategia de negar y esquivar todas las acusaciones, pues las evidencias documentales de la corrupción del pasado y del presente se acumulan a un ritmo acelerado.

Muchos de los señalamientos y evidencias de corrupción que por años siguieron produciendo el periodismo de investigación, así como investigadores, académicos y organizaciones de la sociedad civil, dan cuenta de un fenómeno que nunca se fue y que está más presente que nunca.

Además del sonado caso del huachicol fiscal, “Mexicanos contra la corrupción e impunidad”, registra en este primer año irregularidades en contrataciones públicas, desvío de recursos públicos, corrupción electoral, nepotismo, amiguismo e influyentismo, enriquecimiento inexplicable, corrupción privada y casos que quedaron en la impunidad.

La degradación del individuo

En diciembre del 2019, en un discurso dirigido a los Funcionarios del Tribunal de Cuentas de Italia, el Papa Francisco señaló que la corrupción “es una de las heridas más lacerantes del tejido social, porque lo perjudica gravemente tanto desde un punto de vista ético como económico: con la ilusión de ganancias rápidas y fáciles – afirmaba el Papa – en realidad empobrece a todos, menoscabando la confianza, la transparencia y la fiabilidad de todo el sistema”. E invitó “a la sociedad en su conjunto a comprometerse concretamente en combatir el cáncer de corrupción en sus diversas formas”, ya que la corrupción “degrada la dignidad del individuo y destruye todos los ideales buenos y hermosos”.

Según los informes de Naciones Unidas, cada año se paga un billón de dólares en sobornos y se calcula que se roban 2.6 billones de dólares anuales mediante la corrupción, suma que equivale a más del 5% del producto interior bruto mundial. Además, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se calcula que en los países en desarrollo se pierde, debido a la corrupción, una cantidad de dinero diez veces mayor que la dedicada a la asistencia oficial para el desarrollo. La corrupción es un delito grave que frena el desarrollo económico y social en todas las sociedades. Ningún país, región o comunidad es inmune.

Corrupción: una práctica sistemática

Víctimas de corrupción reportadas a finales del 2024

14.0% De la población mexicana de 18 años y más fue víctima de algún acto de corrupción en el 2023 según el INEGI.

59.4% De las personas que tuvieron contacto con autoridades de seguridad pública en 2023, fueron víctimas de corrupción. Este ha sido el trámite con mayor proporción de víctimas de corrupción desde 2013.

14.0% De la población mexicana de 18 años y más fue víctima de algún acto de corrupción en el 2023 según el INEGI.

59.4% De las personas que tuvieron contacto con autoridades de seguridad pública en 2023, fueron víctimas de corrupción. Este ha sido el trámite con mayor proporción de víctimas de corrupción desde 2013.

4.8% De las víctimas de corrupción en 2023, denunciaron el hecho. Esta cifra se ha mantenido en porcentajes similares desde 2015.

*En el 2014 México obtuvo una calificación de 35 puntos de 100 posibles y el lugar número 103 de 175 países según Transparencia Internacional.

*En 2015, dentro del ranking mundial del Índice de Percepción de la Corrupción, mientras que la mayoría de los países latinoamericanos similares subieron lugares en el ranking al ser percibidos como menos corruptos, México no sólo retrocedió, sino que cayó drásticamente al pasar del lugar 72 al 103 en 6 años.

51 casos de corrupción en el primer año del gobierno actual

  • Huachicol fiscal: 1 caso
  • Irregularidades en contrataciones públicas: 11 casos
  • Desvío de recursos públicos: 11 casos
  • Corrupción electoral:4 casos
  • Nepotismo, amiguismo e influyentismo: 11 casos
  • Enriquecimiento inexplicable:6 casos
  • Casos que quedaron en la impunidad: 5 casos
  • Corrupción privada: 2 casos

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 12 de octubre de 2025 No. 1579

 


 

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