¿Qué es la libertad religiosa?
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión [que se garantice y se respete]; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, mediante la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
¿Qué significa?
Significa que toda persona tiene derecho a elegir, practicar y manifestar sus creencias religiosas —o a no tener ninguna creencia— sin injerencias, discriminación ni temor. Es un derecho humano fundamental que protege no solo a los individuos, sino también a las comunidades y los grupos religiosos en su expresión colectiva de la religión. Esta libertad incluye: La libertad de creer – Toda persona puede profesar cualquier creencia religiosa (o ninguna) sin que se le coaccione ni castigue. Libertad de culto – Toda persona pueden practicar su culto, realizar ritos religiosos y enseñar su fe. Libertad de expresión – Las creencias pueden compartirse de forma pública o privada, individual o colectivamente. Libertad frente a la coacción – No se puede obligar a nadie a adoptar o renunciar a una religión en contra de su voluntad. La libertad religiosa está profundamente relacionada con otros derechos esenciales, como la libertad de expresión, de conciencia, de reunión y de asociación.
¿Por qué importa?
Porque beneficia a todos.
La libertad de religión o de creencias es para todos. Permite que personas de diferentes religiones y cosmovisiones convivan pacíficamente. Garantiza que las personas y las organizaciones religiosas no se vean obligadas a elegir entre sus creencias y el servicio a sus comunidades.
Cuando se reprime la libertad religiosa, no solo se amenaza la libertad personal y la dignidad humana, sino que se ataca a los cimientos mismos de una sociedad justa y diversa.
La libertad religiosa es tu derecho – y tu responsabilidad.
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ACN INTERNACIONAL