La Iglesia mexicana lamenta el crimen del párroco de San Cristóbal, Mezcala. Los obispos exigen el fin de la violencia y piden una investigación transparente, al tiempo que elevan oraciones por su eterno descanso.

Por Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News

La Iglesia católica en México vive días de dolor tras la muerte violenta del padre Bertoldo Pantaleón Estrada, párroco de San Cristóbal, Mezcala, en la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, en el Estado de Guerrero. El sacerdote había sido reportado como desaparecido el sábado 4 de octubre y, tras una exhaustiva búsqueda, las autoridades informaron el lunes 6 sobre la localización de su cuerpo sin vida.

Con profundo pesar, monseñor José de Jesús González Hernández, OFM, obispo de Chilpancingo-Chilapa, comunicó la noticia a su diócesis. “Elevo a Dios nuestro Señor mis oraciones, así como de toda la comunidad diocesana por su eterno descanso, y acompaño como Obispo y Pastor a su familia en estos momentos difíciles”, expresó en su comunicado.

El prelado agradeció las muestras de solidaridad de los fieles y sacerdotes, e invitó a ofrecer el sacrificio de la Santa Misa por el eterno descanso del padre Bertoldo. Al mismo tiempo, hizo “la más atenta petición a las autoridades” para que se esclarezcan los hechos y se deslinden responsabilidades de los implicados. En un gesto evangélico, también otorgó el perdón “a los directamente implicados”, dejando a Dios la impartición de justicia.

Desde Ciudad de México, la Conferencia Episcopal se unió en oración y clamó por justicia. “Exigimos una investigación pronta, exhaustiva y transparente que permita el esclarecimiento de este crimen y el justo castigo a los responsables”, afirman los prelados en su comunicado. Además, manifestaron su gratitud a Dios “por el ministerio sacerdotal del padre Bertoldo, por su entrega generosa al servicio del Evangelio y de la Iglesia”.

Una invitación a la conversión

Por su parte, los obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco señalaron con preocupación que “se está perdiendo el sentido de lo sagrado” y lamentaron que “cada vez sea más común que se atente contra la vida y la dignidad que Dios concede a toda persona y a todo bautizado”.

El padre Bertoldo, recordado por su cercanía con las comunidades rurales y su compromiso pastoral, se convierte hoy en símbolo de fe y esperanza en medio de la violencia. Sus hermanos en el sacerdocio invitan a la conversión del corazón y a mantener la esperanza. “Les pido que continuemos caminando en la ruta de la paz y a favor de la vida”, exhortó monseñor González Hernández.

Los obispos concluyen confiando en la intercesión de la Virgen de Guadalupe y de los mártires guerrerenses, para que México logre ser “una sociedad cada vez más justa y fraterna”, donde la vida y la dignidad humana no sean vulneradas.

 


 

Por favor, síguenos y comparte: