Una semana intensa del Papa León XIV, marcada por la paz, la solidaridad, la cultura y la defensa de los más vulnerables. En celebraciones del Jubileo de los pobres, el rezo mariano del Angelus, encuentros con los cineastas del mundo, y los nuncios apostólicos

Por Patricia Ynestroza – Vatican News

Al regresar, como cada martes de Castel Gandolfo, el Papa, al salir del Palacio apostólico, respondió algunas preguntas a periodistas, pidió un inmediato alto el fuego en Ucrania para detener la muerte de civiles y abrir caminos de diálogo. Sobre posibles cesiones territoriales, recordó que la decisión corresponde exclusivamente a Ucrania y a su Constitución.

Valoró la carta pastoral de los obispos estadounidenses contra las expulsiones masivas y reiteró que todo migrante merece humanidad y dignidad. Sin embargo, reconoció el derecho de cada país a gestionar sus fronteras, criticando los tratos violentos hacia personas con años de residencia. Mostró profunda preocupación por la ola de terrorismo que afecta tanto a cristianos como a musulmanes en Nigeria. Subrayó que la violencia tiene raíces en intereses territoriales y pidió una verdadera libertad religiosa. Adelantó posibles visitas para 2026: Fátima, México (Guadalupe), Uruguay, Argentina y Perú, país donde vivió como misionero durante dos décadas.

Jubileo de los pobres

A la hora del Ángelus dominical, el Papa León XIV invitó a no dejarse vencer por el miedo ante los conflictos, las calamidades y las persecuciones. Recordó asimismo que la persecución de los cristianos “no ocurre sólo con las armas y los maltratos, sino también con las palabras, es decir, a través de la mentira y de la manipulación ideológica”. Rezó por víctimas de accidentes de tránsito y por quienes han sufrido abusos. Expresó preocupación por ataques en distintos lugares del mundo:

En la Misa celebrada en la Basílica de San Pedro con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, el Papa León XIV pidió a los líderes del mundo que escuchen el clamor de quienes sufren y que se promuevan políticas fundadas en la justicia. Asimismo, exhortó a construir una “cultura de la atención” para derribar la soledad que atraviesa las pobrezas materiales, morales y espirituales, especialmente entre los más jóvenes. Ese día compartió un almuerzo con 1.300 personas necesitadas, subrayando que la fraternidad “es la vida”.

El viernes 14 inauguró el Ambulatorio San Martino, que brindará asistencia médica gratuita con tecnología avanzada, incluido servicio de radiología. Junto al Ambulatorio Madre de la Misericordia, suman más de 2.000 atenciones mensuales con 120 voluntarios.

Encuentro con el mundo del cine

El sábado 15 recibió a más de 160 representantes del cine, agradeciéndoles por un arte que “pone en movimiento la esperanza”. Pidió proteger las salas de cine, contar historias auténticas y narrar la realidad sin explotación del sufrimiento.

Con las representaciones pontificias

El lunes 17, exhortó a los diplomáticos papales a llevar esperanza donde faltan paz y justicia, y a evitar el aislamiento cultural: “No seamos árboles sin raíces”.

 

 


 

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