Por P. Fernando Pascual

Ya lo intentamos una vez, y no salió: no pudimos apartar a un amigo de la droga, no fue posible donar sangre ese día, no aprobaron aquel proyecto de trabajo que parecía tan prometedor.

El corazón experimenta, en ocasiones parecidas, cansancio o desaliento: no vale la pena volver a intentarlo, no queremos experimentar un nuevo fracaso.

Sin embargo, hay proyectos y tareas que merecen un nuevo intento, aunque el recuerdo de lo ocurrido nos arrastra hacia actividades en las que nos sentimos más seguros.

Ciertamente, habrá asuntos y acciones que tenemos que dejar a un lado: si un deporte exige esfuerzos superiores a mis capacidades, mejor escoger otro más adecuado.

Pero otras actividades nos abren a horizontes de bien, para uno mismo y para otros, y vale la pena un nuevo esfuerzo para llevarlas a cabo, a pesar de un obstáculo en el camino.

No todo saldrá a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. Incluso, como se dice, algunos logros se alcanzan después de cientos de intentos fracasados.

Los obstáculos, sin embargo, no son la última palabra. Un nuevo esfuerzo, y tal vez llega el momento en el que conseguimos eso que tanto anhelábamos.

¿Y si al final todo resulta inútil y nos desgastamos por un sueño imposible? Aprenderemos la lección para ser más prudentes antes de lanzarnos de nuevo a una conquista difícil, y a buscar otros horizontes de bien que se abren ante nuestros ojos.

Volvimos a hablar con nuestro amigo, y esta vez nos escuchó pues desea ser ayudado. El médico nos dio el visto bueno para donar sangre ahora después de un mes de espera. Un proyecto de trabajo, presentado por tercera vez, acaba de ser aprobado y empieza a dar sus frutos.

Valió la pena haber sido tenaces y volver a intentarlo. La satisfacción de una meta conseguida nos llena de ánimos en el camino y nos impulsa a emprender nuevas tareas que, esperamos, sean de ayuda para otros y permitan acercarnos al encuentro de un Dios que siempre actúa para nuestro bien.

 
Imagen de 👀 Mabel Amber, who will one day en Pixabay


 

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