En el rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco ha invitado a los fieles a seguir adelante con la oración y las obras de paz: «¡Los invito a que sigan rezando para que cese inmediatamente la violencia y la devastación!». «¡La búsqueda de la paz es larga y requiere paciencia y perseverancia!»
Así, con este nuevo y apremiante llamamiento, el Santo Padre destacó antes del rezo mariano del Ángelus que «la Palabra del Señor nos toca en lo más vivo, nos dice: ¡hay una guerra más profunda que tenemos que luchar, todos! ¡Es la decisión firme y valiente de renunciar al mal y a sus seducciones y de escoger el bien, listos para pagar en persona: he aquí el seguimiento de Cristo, he aquí el tomar la propia cruz!»
Dijo que esto implica puntualmente, entre otras cosas, decir no al odio fratricida y a las mentiras de las que se sirve, a la violencia en todas sus formas, a la proliferación de armas y su comercio ilegal. Éstos son los enemigos que hay que combatir unidos y con coherencia, no siguiendo intereses, que no sean los de la paz y el bien común». Después invitó a los seguidores de Jesucristo a vivir en la lógica del Evangelio, lógica del amor y el servicio.
Al referirse a la Natividad de la Virgen María, «fiesta particularmente querida para las Iglesias Orientales»; recordó la vigilia «donde encomendamos a María, a su intercesión nuestra oración por la paz en el mundo, especialmente en Siria y en todo Oriente Medio. La invocamos ahora como Reina de la Paz. ¡Reina de la Paz ruega por nosotros! ¡Reina de la Paz ruega por nosotros!»