Gilberto Hernández García /

El obispo de la diócesis de Zamora, Michoacán, monseñor Javier Navarro Rodríguez, ha tomado la decisión de retirar al administrador parroquial de Vista Hermosa,  padre Ricardo Partida Contreras, debido al clima de inseguridad que impera en aquella región.

En un comunicado hecho público este 10 de octubre, el obispo Navarro denunció que personas ajenas a la vida de fe y a la estructura y organización pastoral de la parroquia de Vista Hermosa se han opuesto a la llegada de un nuevo Párroco; por tanto, además de retirar al párroco, no ha nombrado otro presbítero que atienda dicha población hasta que la propia comunidad garantice que no será maltratado, amenazado o impedido para prestar su servicio pastoral.

Agresiones y amenazas a los sacerdotes

Monseñor Navarro explica en su comunicado que desde octubre de 2012 el anterior párroco renunció  «no sólo a la parroquia sino también al ministerio sacerdotal», por lo que nombró «de palabra»  y de manera interina al padre Ricardo Partida Contreras. A principios de diciembre del año pasado nombró un nuevo párroco y se le comunicó a la feligresía que entraría en funciones el 3 de enero de 2013; sin embargo, el 2 de enero el obispo de Zamora y los sacerdotes de Vista Hermosa recibieron llamadas telefónicas de amenaza si llevaban adelante los planes de toma de posesión del nuevo párroco. El obispo, por prudencia postergó el cambio.

El 17 de marzo de este año don Javier Navarro designó al padre Abel Hernández Murguía, junto con otro sacerdote para formar un equipo con el Padre Ricardo Partida. El nuevo párroco fue presentado a la comunidad por el obispo auxiliar Jaime Calderón; sin embargo el día siguiente los sacerdotes Abel y Ricardo fueron agredidos por una  persona que los encerró en las oficinas de la Notaría Parroquial, los despojó de su teléfono celular y del dinero que llevaban consigo, amenazando al padre Abel en caso de que se quedara como Párroco en Vista Hermosa. El sacerdote renunció a su cargo.

Recientemente el obispo de Zamora hizo un tercer intento de proveer de Párroco a la Parroquia de Vista Hermosa, pero debido a las constantes amenazas que han recibido los sacerdotes, incluso el mismo obispo, diciéndoles que «en Vista Hermosa dejemos las cosas como están», optó por retirar al sacerdote de ahí, «buscando la seguridad del Padre Ricardo Partida, así como su salud integral», y canceló toda presencia de sacerdotes «de planta» en la comunidad.

Monseñor Navarro Rodríguez dispuso que los sacerdotes de la vecina parroquia de Briseñas puedan ayudar en algunos servicios litúrgicos, sin residir en Vista Hermosa, como en la Eucaristía dominical y la administración de sacramentos. Hizo también un llamado a los laicos comprometidos a estar atentos a las necesidades espirituales y materiales de la parroquia y a mantener la vida de fe «del pueblo creyente en medio de esta prueba».

Un pueblo a merced de crimen organizado

Vista Hermosa es una pequeña población, de unos 10 mil habitantes, en el noroeste de Michoacán, cercana a Zamora y a La Barca, Jalisco. Desde hace años el narcotráfico se ha enseñoreado de la región causando muchas muertes violentas, ante la incapacidad de todos los niveles de gobierno para detener la situación.

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