Gilberto Hernández García |

Esta mañana dio inicio el Encuentro Peregrinación Continental “Nuestra Señora de Guadalupe, Estrella de la Nueva Evangelización en el Continente Americano”, en la Basílica de Guadalupe, con la participación de delegados de todo América, convocados por la Pontificia Comisión para América Latina (PAL), y presidido por el Cardenal Marc Ouellet, delegado del Papa para este acontecimiento.

Al dar la bienvenida a los participantes a la “casita sagrada” del Tepeyac, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de México, dijo que “la Virgen de Guadalupe nos sigue exhortando a continuar los trabajos evangelizadores y así poder enfrentar los retos que nos presenta el mundo actual, retos en los que el ser humano tiene que poner todo su esfuerzo, su creatividad, sus talentos llenos de fe, de esperanza y de amor, especialmente, para con los hermanos más pobres y necesitados”.

Por su parte, el rector de la Basílica de Guadalupe, Monseñor Enrique Glennie, recordó que Santa María de Guadalupe es la Patrona de todo nuestro Continente Americano y de Filipinas, por eso, “de manera especial, nuestro pensamiento se dirige con simpatía fraterna a todos nuestros hermanos Filipinos que están sufriendo las consecuencias de tan devastador fenómeno meteorológico”.  También enfatizó que este Congreso quiere “celebrar y profundizar nuestra fe, buscando comprometernos con todas sus consecuencias y que sea un nuevo fruto de este año de la fe que estamos por terminar”.

El Cardenal Marc Ouellet indicó: “Hemos venido a  nuestra Señora en esta casa donde se ha sellado una peculiar alianza con nuestros pueblos. Nosotros, aquí reunidos, en su Santuario, a los pies de la Sagrada imagen, pediremos su potente intercesión por todas las intenciones que nos hemos propuesto como finalidades de este Encuentro”.

El presidente del PAL exhortó a los participantes a asumir “la responsabilidad de custodiar la fe recibida desde los albores del Nuevo Mundo y que ha acompañado toda su historia, para que no se empobrezca o disperse ese precioso tesoro, sino para que haya un salto cualitativo en la fe de nuestros pueblos”.

Finalmente el Nuncio Apostólico en México, Monseñor Christophe Pierre expresó que “Ayer como hoy, por el don del Espíritu Santo, la Iglesia en México y en toda América Latina y el Caribe, a imagen y ejemplo de María de Guadalupe, está llamada a convertirse en ‘evangelio vivo’, anuncio que la obra del Resucitado es camino de vida y de libertad para todo el hombre y para todos los hombres”.

 

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