El kerygma en el ámbito carcelario |

Por Gilberto Hernández García |

En el documento conclusivo de Aparecida (V CELAM, Brasil, 2007) se insiste en la exhortación: “recomenzar desde Cristo”; expresión que condensa la necesidad de suscitar en los creyentes y en “los alejados”, una experiencia primaria y primera de encuentro vivo con Jesucristo.

Uno de esos lugares “privilegiados” para el encuentro con Cristo lo constituyen las cárceles. Desde hace décadas, la Iglesia viene realizando una intensa pastoral penitenciaria que busca despertar y profundizar la fe en Dios, asegurar la salvaguarda de los derechos humanos de los reclusos y su posterior reinserción a la sociedad.

En este sentido, particularmente en lo que toca a la evangelización de los presos, se han experimentado diversos métodos que ayuden al presidiario, en ese contexto de privación de la libertad, con toda su carga emotiva-espiritual por la que atraviesan,  a disponer su corazón a la conversión.

Alpha, inicio de conversión

En los últimos años, en diversos países un instrumento de evangelización kerygmática está dando mucho de qué hablar, debido a los resultados que ha obtenido. Se trata del curso Alpha en el ámbito carcelario.

El curso Alpha “normal” nació en el seno de la Iglesia Anglicana, en el Reino Unido y de ahí ha saltado a diversas confesiones cristianas, entre ellas a la Iglesia Católica Romana, con aceptación de la jerarquía. En América Latina ha sido un instrumento útil para apoyar la Misión Continental, lanzada después de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Aparecida.

El curso, dirigido principalmente a los no-cristianos o a los cristianos “tibios”, es una breve, concisa y atrayente presentación de la fe cristiana en 10 sesiones que se imparten en un clima de fraternidad, compartiendo los alimentos y la experiencia de vida cotidiana de los participantes. Se imparte en varias modalidades: abierto, para jóvenes, matrimonios, mujeres, trabajadores (en su mismo centro de labor), entre otros.

Encuentro vivo con Cristo en las prisiones

El curso Alpha en el ámbito de las cárceles se ha asociado con organizaciones como la Confraternidad Carcelaria Internacional. La visión de Alpha en este sector es que cada convicto tenga la oportunidad de experimentar un encuentro vivo con Jesucristo, mientras se encuentra en la cárcel y que esto le permita una relación personal con Jesucristo.

Muchos presidiarios experimentan un sentimiento desesperado de pérdida y tienen un hambre profunda de encontrar sentido a su vida, aunque no lo digan expresamente. El curso Alpha está diseñado para responder a esas interrogantes del sentido de la vida desde la fe cristiana.

“Estamos convencidos de que sólo a través de vidas trasformadas por el amor y el perdón de Jesús se puede reducir el crimen en nuestro mundo, y los altos índices de reincidencia de la delincuencia”, aseguran los directivos de Alpha en el ámbito carcelario.

Fruto de estas experiencias Alpha en cárceles ha nacido el programa de Ayuda para ex carcelarios, donde hombres y mujeres que han aceptado a Cristo durante su estadía en las prisiones, se han asociado a las comunidades eclesiales luego de ser liberados, y ahora colaboran en la reinserción social y no-reincidencia de otros ex convictos, con el objetivo de romper el ciclo de crimen al cual estas personas se enfrentan.

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