Radio Fe y Alegría – Venezuela |
De «exceso de pasionalidad y poca racionalidad», calificó a la política venezolana el Padre Arturo Peraza, Provincial de la compañía de Jesús y profesor e investigador universitario, al comentar la crisis social que se vive en Venezuela.
En una entrevista en el Programa A Fondo de Radio Fe y Alegría reconoció que la «política tiene elementos de pasión» y de sentimientos, pero que cuando es absolutamente pasional «se pierde el horizonte, pierde el norte. La razón lo que hace es ponerle timonel a esas pasiones que genera la política para que el barco no se vaya a estrellar contra cualesquier roca».
Lamentablemente -agregó- «voy notando que como sociedad venezolana colectivamente este tipo de situaciones nos están haciendo perder el timonel, perder la razón y volcarnos totalmente a una situación pasional. Entonces cada cual lee histéricamente la situación desde su posición política y así no es posible asumir un camino político que signifique diálogo o encuentro y la política se convierte en la guerra».
El padre Peraza lamentó que al «otro se lo convierta en un enemigo y no en un adversario», mientras la Doctrina Social de la Iglesia insiste muchísimas veces que la política es la posibilidad del encuentro entre ciudadanos que pensamos de manera diversa» o incluso con tendencias adversas, pero que es posible resolver «de manera ciudadana y sensata esas diferencias… más cuando somos hermanos entre venezolanos».
Según dijo es necesario «volver a recuperar la noción de que yo estoy delante de un hermano, sea quien sea y piense lo que piense, para poder calibrar lo que estamos haciendo y hacia dónde nos estamos encaminando».
Al referirse a la demanda de algunos dirigentes políticos que expresan que el presidente Nicolás Maduro debe renunciar y debe salir de su cargo, el sacerdote jesuita consideró que también se han escuchado en la oposición voces contrarias a esa posición y que «suenan mucho más sensatas». Lamentó que con frases como el «vete ya que ha salido» parece «que volvemos al pasado, volvemos a escenas que pensaba estaban superadas, pero que lamentablemente vuelven a volcar una serie de sentimientos que pueden terminar en escenas terribles, patéticas».
Si «se quisiera transitar caminos constitucionales, el camino pudo haber sido convocar a las personas a una proceso constituyente, pero aún veo dificultades porque ese tipo de manipulaciones constitucionales por las cuales se quiere salir rápidamente de un gobierno, que no tiene sino pocos meses de electo, y utilizar mecanismos constitucionales que no están ordenados a esa finalidad, sino a cambiar una constitución, me parece que le hacemos un flaco favor al marco constitucional que ya ha sido golpeado de diversas maneras en este período», agregó.
Para el sacerdote jesuita, no hay fundamentos a los pedidos de que el mandatario deba renunciar. «Yo siento que hay intereses particulares. Siento también que hay un conjunto de temas que deben ser debatidos y una crisis económica muy importante, y es innegable. Una crisis económica que se manifiesta en un desabastecimiento que está golpeando a la gente», pero que el que «la gente tenga que estar haciendo cola para conseguir productos básicos que antes se conseguía con facilidad» no es excusa, y que esa excusa no se la «traga».
Según insistió, hay «una crisis, pero hay que ponerle nombre a la situación: este tipo de crisis no se resuelve generando una crisis peor, peor una crisis de orden político, que además no sé qué tipo de apoyo popular tiene. Porque uno lo que percibe es que no tiene tal nivel de apoyo popular, por lo menos no es lo que uno percibe en el ambiente. Sino que uno percibe que hay un grupo de personas y una tergiversación de una manifestación inicial de un cuerpo de estudiantes».
Al referirse a la protesta estudiantil, el P. Peraza señaló también que «un grupo de estudiantes puede pensar lo que quiera, pero que no puede generar un tipo de protesta violenta».
Aclaró que sobre el «tema de la violencia el propio «presidente ha reconocido que parte de los que pusieron la violencia están dentro del propio chavismo», pero también dijo que «hay otros grupos; entonces claro, lo que estamos desatando son los demonios de lado y lado que están pretendiendo llevarnos al país a otra esquina, y eso es lo que me preocupa».
Es «muy fácil echarse la culpa de un lado al otro cuando en realidad en los dos bandos hay grupos radicalizados que están interesados en una agenda alterna a la que nos interesa a los ciudadanos que es cómo salir de este problema, cómo enfrentarlo, y cómo superar las condiciones de violencia que tienen que ver con los temas de delincuencia y de cómo superar las condiciones de crisis económica a la que estamos sumidos y cómo logramos un entendimiento», enfatizó.
Insistió en la necesidad de abrir caminos de diálogo y encuentro, similar a la invitación formulada por el presidente Maduro el 19 de diciembre pasado, cuando «convocó a los alcaldes y gobernadores de la oposición y logró establecer un diálogo, eso generó un ambiente de esperanza en la población. Yo sentí que la gente decía ‘por fin’. Pero lamentablemente estamos en otro escenario nuevamente, además en el escenario del pasado», dijo.
Redacción de Signis ALC, a partir de la entrevista realizada por Radio Fe y Alegría de Venezuela.